2-1, Odegaard (m. 61)
3-1, Isak (m. 69)
Las afrentas que se lavan en el camino
La historia reciente de la Real Sociedad en la Copa del Rey está llena de noches duras, desde que el Numancia afeó al equipo txuri urdin en la temporada 1995-1996. Muchas han sido las desgracias realistas en la competición del KO ante equipos de inferior categoría, y precisamente Osasuna fue el artífice de la siguiente, al arrancar un empate de Anoeta que dejó a los realistas en la cuneta, abriendo una herida que tardó décadas en cicatrizar y que hacía de cada choque en principio asequible un suplicio inaguantable. La Real de Imanol es obvio que nada tiene que ver con aquella, pero es un curioso guiño del destino que ponga a Osasuna en su camino a la historia (miércoles, 21.00 horas, Reale Arena, DAZN), dando la ocasión de lavar una de aquellas afrentas sufridas. Llega el partido después de muchos líos, el del horario tras las demenciales decisiones de la Federación y el de Willian José, pero la Copa no espera a nadie. Partido único y el que pase a cuartos. La final no está tan lejos.
Es una lástima que justo antes de un partido trascendental como este, y que Imanol se ha tomado con la seriedad que merece, Willian José se lleve el protagonismo que merece toda la Real. Quizá por eso el técnico realista ha hecho que todos miremos al conjunto y ha decidido convocar a todos los disponibles para decidir los 18 que finalmente estarán en el campo y en el banquillo a escasos minutos para el inicio del encuentro. Eso quiere decir que no será hasta entonces cuando sepamos si el brasileño vuelve a la dinámica del grupo o si se mantiene el castigo de la pasada jornada ligera. Hay, en todo caso, alguna certeza más. Llorente es baja, lo que complica la alineación de Imanol. Se une a las ausencias ya conocidas por causas médicas, las de Moyá, Illarranendi y Zurutuza. A priori, tanto Aritz como Monreal tendría que estar a disposición del técnico txuri urdin sin mayores problemas. Eso haría que quedaran tres descartes.
No se esperan demasiados cambios en el once, aunque no sería una sorpresa alguno puntual. Remiro, lógicamente, mantendrá la titularidad en Copa. Podría volver Monreal al lateral, aunque el buen partido de Aihen ante el Mallorca da tranquilidad a Imanol para no tener que forzar al ex del Arsenal ante su también ex equipo. Le Normand es fijo y la cuestión es saber si Aritz esta bien para ser su acompañante o si Zubeldia asume ese rol. En función de esa elección, Guevara podría volver al centro del campo, donde son seguros Merino y Odegaard. Y en ataque parece casi seguro que estarán Portu, Oyarzabal e Isak, sin descartar que Imanol premie las recientes apariciones de Barrenetxea con una nueva titularidad en la Copa. En caso de entrar, lo más probable es que sea en lugar del primero de los tres atacantes que forman el once ideal de Imanol.
La Real tiene una trayectoria inmaculada en esta Copa del Rey. Ha jugado tres eliminatorias, ha marcado 14 goles y no ha encajado ninguno. Ganó primero al Becerril por 0-8, logrando su mayor goleada de la historia a domicilio en la competición, después superó al Ceuta por 0-4, y accedió a los octavos de final con su triunfo por 2-0, ya en Anoeta, ante el Espanyol. Osasuna, por su parte, ha tenido un camino algo menos holgado. Venció al Lorca Deportiva por 0-3, al Haro Deportivo por 1-2 con un gol en el minuto 89 y al Recreativo por 2-3 ya en la prórroga. Como visitante, el equipo de Jagoba Arrasate es peligroso, solo ha perdido tres de los diez partidos que ha disputado en Liga, y la Real todavía busca mejorar sus números como local, ya que se ha dejado puntos en cinco de los diez partidos disputados, dos empates y tres derrotas. El equipo navarro no pierde en Liga desde hace cuatro jornadas, precisamente desde el 3-4 de la Real en El Sadar.
La historia es un aliado de la Real. Hay seis precedentes ante Osasuna en la Copa y en cinco de ellas el pase a la siguiente ronda fue txuri urdin. Solo una vez pasó el conjunto rojillo y fue en el último choque, en la temporada 1996-1997, tras ganar 1-0 en El Sadar y empatar a uno en Anoeta, con gol realista de Kovacevic. Ese es el único partido copero entre estos dos equipos que no se saldó con victoria realista. El mayor triunfo de la Real fue el 3-1 logrado en la temporada 1981-1982, con goles de Uralde en dos ocasiones y Satrústegui, que hizo bueno el empate a uno en Pamplona. Hasta ese día, la Real siempre había ganado por la mínima a Osasuna en Copa en el partido jugado en Donostia, 2-1 en la temporada 1943-1944 (goles de Urbieta y Bidegain) y 1-0 en los tres siguientes encuentros, en las campañas 1948-1949 (gol de Pérez en la única elimiantoria que se había jugado entre estos dos equipos a partido único), 1957-1958 (tanto de Laguardia) y 1970-1971 (gol de Corcuera).