Imanol, ante el 'marrón' de tener que elegir

La Real Sociedad se ha reforzado hasta la fecha con un jugador en el mercado de invierno. La ventana de fichajes estará abierta hasta el 1 de febrero, y aunque en principio desde el club se desprende qué lo más probable es que no haya más incorporaciones, tampoco cierran la puerta del todo. Menos ahora que Ander Barrenetxea se perderá lo que resta de pretemporada por su lesión en el muslo izquierdo.

La intención con la llegada de Rafinha es tener a un jugador más para el medio campo, y sobre todo teniendo en cuenta las lesiones de David Silva y la gestión de sus cargas de trabajo. Esta temporada también ha faltado en algunos partidos Mikel Merino, y el hispano-brasileño también podría ocupar la demarcación del navarro.

Cabe recordar que Rafinha llega cedido del PSG hasta final de temporada sin opción de compra. La difícil pero bendita decisión que deberá tomar el técnico oriotarra cuando 'Rafa' y Silva estén bien es cuál de los dos jugará de inicio. Teniendo en cuenta que la posición de pivote es para Zubimendi, Guevara o Illarramendi, y que Mikel Merino estando bien también es un fijo en el once, queda un hueco libre para uno de los dos.

Es lo que sucederá por ejemplo en el partido de Copa del Rey de la semana que viene frente al Atlético de Madrid. Silva está en condiciones de jugar, y Rafinha, aunque lleva unos días sin participar, en principio estará para este encuentro.

Nadie duda de la calidad del canario. De hecho su presencia en el campo se nota cuando está sobre el terreno de juego. La Real Sociedad ha echado mucho de menos a Silva cuando no ha podido jugar por su visión a la hora de jugar, conducir la pelota o ver huecos imposibles. Su bebé en la actualidad está más en el aspecto físico.

Algo en lo que sí destacó Rafinha frente al Celta de Vigo, partido en el que debutó. Sin estar al 100%, el futbolista del PSG mostró un gran despliegue físico sobre el campo, y además de exhibir también su técnica se sacrificó mucho para el equipo a la hora de presionar y robar balones. De hecho un robo suyo originó el primer y único gol del partido anotado por Mikel Oyarzabal. Ahora ya depende de Imanol Alguacil qué decisión tomar. Pero seguro que es un 'problema' que está encantado de tener.