El Promesas encuentra el Camino

El Real Valladolid Promesas, con la vuelta de Ángel García y la presencia de David Mayoral en el once inicial en detrimento de Toni Villa, tenía una gran oportunidad en el Estadio Multiusos de San Lázaro para marcar territorio con respecto a una Sociedad Deportiva Compostela, vicecolista, confiada en seguir escalando posiciones después de cuatro jornadas seguidas sin encajar.

 

Un gol decisivo

El filial, acostumbrado a sorprender en los primeros compases, comenzaba el encuentro probando fortuna con un peligroso centro de Renzo Zambrano que no podía rematar Higinio Marín. La posesión de pelota era vallisoletana y, como en los últimos encuentros, los de Borja Jiménez conectaban con el venezolano, más liberado, y abrían el campo buscando las bandas. En una intentona, los blanquivioleta forzaban su primer corner del partido. El balón lo servía perfecto Jose Arnaiz para que Óscar Arroyo, libre de marca, enviara la pelota al fondo de las mallas con una volea lejana. Diez minutos y se repetía el guión de León y Guijuelo: los pucelanos ya iban por delante en el marcador a las primeras de cambio.
El conjunto gallego no reaccionaba y el Real Valladolid B seguía creciendo. Mayoral volvía loca a la defensa rival una y otra vez y, en una buena jugada del juvenil, Higinio tenía el segundo en sus botas tras estrellar la pelota en el palo de la portería de Pato Guillén.
Los santiagueses no tenían tiempo que perder y, después de ver las orejas al lobo, daban un paso hacia adelante, pero, tras unos minutos de dominio, no conseguían llegar al área contraria; solo Javier González ‘Bicho’ inquietaba la meta de Julio Iricibar. Tocaban y tocaban los locales, pero no terminaban de hacerse con el choque. Los de Borja Jiménez, bien ordenados, se defendían sin sobresaltos y dejaban pasar los minutos buscando un descanso que llegaría sin mayor novedad.

De la sentencia a la salvación

Los visitantes seguían a lo suyo en la reanudación. Jose tenía la opción de ampliar la ventaja hasta en dos ocasiones pero, primero, era el meta compostelano quien salvaba el segundo tanto y, después, el propio futbolista pucelano enviaba la pelota por encima de la portería.
Era el momento de mover ficha en ambos conjuntos. Era la hora de Toni, a quien Mayoral daba el relevo con muchos minutos por delante. Suficientes para hacerse ver. Un cabezazo del murciano con todo a favor lo detenía Pato Guillén y el Promesas se empeñaba en mantener con vida al Compostela.
Fredi Álvarez agotaba todos los cambios a la desesperada y el descuento estaba a punto de cambiar el signo del partido. Primero, con un gol anulado a los locales por fuera de juego y, más tarde, con un penalti por manos de Mario Robles lanzado por Sergio Sánchez que detenía Julio en el último suspiro. Se había pasado de la sentencia a la salvación, de nuevo en la figura del cancerbero vallisoletano, que permitía que el filial blanquivioleta se llevara los tres puntos de San Lázaro con todo merecimiento.
Una victoria fundamental que le aleja aún más de los puestos de descenso y le acercan a una tranquila zona media antes de la prueba de fuego del próximo domingo en los Campos Anexos ante el imparable líder del Grupo I de Segunda División B, el Racing Club de Ferrol.