Traspié en Huesca

Tras el recital ofensivo, de transiciones, goles y alternativas del Real Valladolid en el Estadio Reino de León, el equipo de Luis César Sampedro regresaba a la competición liguera, aquél alimento de cualquier proyecto ambicioso de LaLiga 1|2|3. Así, el equipo blanquivioleta variaba todos los jugadores de los 14 que participaban en el duelo ante la Cultural y Deportiva Leonesa. La propuesta liguera diseñada en la victoria (2-1) ante el Granada CF se imponía para un duelo que podía dejar al Real Valladolid en el liderato.

 
Bajo ese patrón, Kiko Olivas y Deivid Rodríguez continuaban en el eje de la defensa mientras que Óscar Plano, Ibán Salvador y Pablo Hervías acompañaban a Jaime Mata en la zona más ofensiva. Éste es un once titular que comienza a ser reconocible y sobre el que se comienzan a vislumbrar parte de esos automatismos que cualquier entrenador desea y que este Real Valladolid comienza a tener tras seis jornadas ligueras y ocho encuentros oficiales.
Esos detalles y tramos interesantes de juego del Real Valladolid no fueron suficientes y los blanquivioleta se marchaban de Huesca de vacío. Pese a que Luis César Sampedro intentaría dotar a su equipo de fuerza, variantes y presencia ofensiva, con un cambio de sistema incluido, el resumen es claro. A nivel liguero, el Estadio de El Alcoraz se sigue atragantando al Real Valladolid y, en esta ocasión, para perder una brillante oportunidad, además de cerrar su racha de seis encuentros sin perder.

Ida y vuelta

Estando en los banquillos dos entrenadores como Joan Francesc Ferrer, 'Rubi', y Luis César Sampedro un partido de fútbol siempre pinta bonito. Se estudian todos los detalles y se proponen muchas variantes. El Real Valladolid sabía que en Huesca debería hacer suyas las transiciones para conseguir tener profundidad en un partido en el que, sobre el papel, ambos entrenadores pelearían por el dominio del balón. Los detalles marcarían el duelo y sólo pequeños fogonazos individuales podría marcar la diferencia en el comienzo del partido.
En esos detalles iniciales, Pablo Hervías tuvo la oportunidad blanquivioleta. Un gran disparo del extremo vasco era repelido por Alex Remiro ante de dar la oportunidad a Ezequiel Rescaldani y comenzar un partido que se instalaría en el barbecho más absoluto durante 10 minutos. Ambos conjuntos dejaban reposar el duelo para no proponer y esperar que el rival concediera una oportunidad. Los detalles desaparecían para que los errores fueran determinantes.
En ese ida y vuelta, Jaime Mata fue el más perjudicado. Fuera de zona, el máximo goleador de la categoría era el reflejo de lo que se convertía la primera parte. Una Sociedad Deportiva Huesca superior, que desaprovecharía la mejor oportunidad del partido en las botas de Lluís Sastre, se hacía con el mando del duelo para los últimos 15 minutos del primer acto. La excepción de esa superioridad la propondría el Real Valladolid con un libre directo muy bien ejecutado por Pablo Hervías. El '11 probaba a Remiro y éste respondía con nota, como la que está obteniendo Gonzalo Melero, jugador de la Sociedad Deportiva Huesca, en este inicio de temporada.

El Pucela pide el descanso

Si la dinámica de la primera parte indicaba que el equipo oscense estaba mejor que el blanquivioleta, los últimos 10 minutos del partido lo confirmaban y, además, con poco peso en el marcador. Si tras los primeros 45 minutos el equipo local se marchaba con una ventaja de un gol, ésta pudo ser mayor. Los últimos 10 minutos del primer acto sentaron muy mal a los blanquivioleta. Además de por el gol del capitán azulgrana, los últimos instantes se hicieron muy largos para el bando visitante.

Roto el duelo en favor de los aragoneses, la ventaja podía haber sido mayor. El Real Valladolid pedía el descanso a gritos mientras que los locales esperaban alargar lo mayor posible el paso por los vestuarios para aprovechar la inercia recogida en los últimos 20 minutos del duelo y consumada en los últimos 10. En ese momento, el Real Valladolid no se encontraba y pedía un descanso. Un entretiempo largo para hacer borrón y cuenta nueva sobre ese tramo final.

Cambio de sistema

Pese a las intenciones pucelanas, el paso por vestuarios no sentaba bien al Real Valladolid y Luis César Sampedro tenía que tomar cartas en el asunto al poco de comenzar. De esta forma, el técnico gallego variaba el sistema con la entrada de Asier Villalibre en el puesto de Óscar Plano. Los visitantes buscaban presencia ofensiva con una importante variación para la última media hora de partido. Con dos referencias en campo rival y dos jugadores muy abiertos a los costados el Real Valladolid exponía y dejaba opciones de contragolpe a los locales. Con velocidad y los metros ala espalda de la defensa pucelana, el cambio de propuesta tenía un riesgo asumible.
El Real Valladolid debía ser ambicioso para obtener premio en el Estadio de El Alcoraz y así lo buscaría el cuerpo técnico en toda y cada una de sus decisiones. A la variación del esquema se sumaba las últimas dos sustituciones. La entrada de Míchel Herrero por Luismi Sánchez mostraba el estilo de un Real Valladolid que comenzaba a apretar. En este caso parecía que ocurriría lo contrario a la primera parte. El duelo se haría largo a la Sociedad Deportiva Huesca.
Por desgracia para los pucelanos, esos minutos de tensión de los locales no conllevaron gol visitante y sí la absurda expulsión de Míchel Herrero. Sin el '21', el Real Valladolid afrontaría los últimos 10 minutos en inferioridad. Pese a ello no reblaron en su ambición ni intención y buscaron la meta de la Sociedad Deportiva Huesca hasta el pitido final. Por intención no sería pero por efectividad, sí. Por ella se rompe la buena racha de resultados, se consuma la segunda derrota de la temporada y se firma un traspiés, ciertamente, injusto.