49 largos días
La confirmación de que la Copa del Rey queda en un segundo plano en el Real Valladolid es la forma en la que los jugadores pucelanos celebraron la victoria (1-2) en el Estadio de Anoeta. Tras imponerse al equipo vasco, Sergio González y sus jugadores tuvieron la sensación de reencontrarse con la victoria pese a que pocos días antes la habían firmado ante el Real Club Deportivo Mallorca.
Con todo, los tres puntos de San Sebastián son determinantes para un equipo que consigue cerrar 49 largos días y que confirma haber superado la dura cuesta del mes de noviembre.
Desde el Villamarín
Sumados tres puntos ligueros, el Pucela deja atrás la dura racha de resultados cosechados desde la victoria (0-1) enel Estadio Benito Villamarín de Sevilla. Tras imponerse al Real Betis, el Real Valladolid vivió una importante crisis. Cinco partidos ligueros disputados con tres derrotas y dos empates, además del importante detalle de anotar sólo tres goles y haber encajado ocho.
En todo este tiempo, el conjunto blanquivioleta se ha llevado pocos éxitos a la boca. Pese a imágenes tan bonitas e ilusionantes como la del equipo en el Estadio Santiago Bernabéu o goles tan majestuosos como el anotado por Daniele Verde en el empate (1-1) ante el Real Club Deportivo Espanyol, la realidad pucelana en los últimos 49 días ha sido de debilidad.
En este tiempo, el Real Valladolid había perdido las señas de identidad que le habían llevado a los puestos altos de la clasificación
Con el plus de las victorias coperas ante el equipo balear el Pucela consiguió sobrevivir a la dura realidad de un equipo que hizo dudar al entorno. Éste, confiado e ilusionado desde el empate (3-3) en Vigo, vivió momentos duros en las últimas semanas.
El cierre del fantástico mes de octubre, el inicio de diciembre pero, sobre todo, el transcurso de noviembre debilitaron todas las esperanzas de un Pucela que se reencontró en San Sebastián con la victoria pero, también, con la esperanza y la ilusión de un entorno que vuelve a creer.