Lo mejor y lo peor del segundo amistoso del Real Valladolid
Tras el empate (1-1) frente al San José Earthquakes, el Real Valladolid afrontaba el segundo y último partido de la gira norteamericana, en Edmonton (Canadá) y frente a un equipo -presumiblemente- de más nivel como el Cardiff City galés.
Esto último quedó en duda tras el encuentro, porque los británicos apenas se dedicaron a jugar y su plan consistió en intentar frenar las acometidas de un Pucela que sigue ganando ritmo y que en tierras canadienses volvió a demostrar voluntad por tener más fluidez, más velocidad y también más pegada, circunstancia esta que sigue sin resolverse.
Y es que no traducir en goles un mejor juego sigue siendo una asignatura pendiente heredada del pasado curso. Es difícil encontrar algo en lo que el Real Valladolid no fuera mejor que el Cardiff y sólo la efectividad aparece como resquicio de esperanza para los 'bluebirds'. Tuvieron dos en todo el partido, ambas en la primera parte, y materializaron la segunda. En la primera falló Jorge de Frutos, con una grave pérdida, y acertó José Antonio Caro, con una buena intervención con el pie.
Las notas de la primera parte
De Frutos, pese a alguna imprecisión, adquiere protagonismo. Es, no obstante, de un perfil muy diferente al que ofrece Waldo Rubio, que se mostró mucho más vertical y que en Edmonton estuvo combinativo y con ganas. El pacense compartió banda con Nacho Martínez, que también se mostró más fiable que en el estreno en California, tanto en ataque como en defensa.
El centro del campo del primer acto, con Rubén Alcaraz y Álvaro Aguado, fue mucho más intrascendente. Y mención negativa merecen también Kiko Olivas y Joaquín Fernández. Si bien este último cortó alguna intentona galesa, el gol es claramente achacable a ambos y a su falta de entendimiento, permitiendo un remate con suma facilidad dentro de área propia.
Arriba, Sergi Guardiola se hizo notar, si bien erró una gran ocasión cuando recibió un buen balón en el segundo palo que perfectamente podía haber acabado en gol.
Cambios en la segunda parte
El segundo tiempo dejó más empaque, un equipo más hecho, y se entiende que esa madurez llegó desde la presencia de Fede San Emeterio y Míchel Herrero. Al primero ya se le va conociendo. Sin brillo, hace que no pase nada a partir de la divisoria en su zona de influencia y eso es de gran valor, si bien habrá momentos en los que tocará exigirle mucho más.
En las bandas, Toni Villa apenas apareció y Pablo Hervías dejó un par de detalles muy positivos en su regreso tras la lesión, la cual no se le notó absolutamente nada y fue uno más del equipo. Sandro Ramírez volvió a mostrar destellos y, dentro de los fichajes, el partido sirvió para que hubiese otro estreno goleador, el de Fede Barba.
Se mire como se mire las pretemporadas siempre són positivas aunque los resultados no sean muy buenos,eso es lo de menos,lo primero es acoplar la plantilla y conseguir una buena forma física,lo segundo sacar lo mejor de cada uno y su talento,y ademas hacer piña de los jugadores,y corregir defectos sobretodo defensivos.SIEMPRE PUCELA