"Es mentira que yo avisara a Lendoiro de algún amaño"

Sergio González, entrenador del Real Valladolid, ha comparecido este martes como testigo en el juicio por el presunto amaño del Levante UD-Real Zaragoza, disputado en la última jornada de la temporada 2010/2011 en Primera División.

El entonces jugador del conjunto granota ha dejado claro en su declaración que nunca habló con Augusto César Lendoiro, presidente del RC Deportivo, para avisarle sobre el presunto amaño del partido. "No llamé a Lendoiro", dijo de forma tajante. "Le conocía, fue mi presidente en el Deportivo durante nueve temporadas, pero nunca he mantenido ninguna conversación con Lendoiro porque yo salí del Deportivo con una denuncia", explicó Sergio.

"Se publicó que yo había llamado a Lendoiro. Es mentira y notorio y que se debería demostrar que no hubo ninguna llamada. Yo no hablé con Lendoiro en ningún momento. Nunca hablé con nadie de nada porque no había de qué hablar", insistió.

El técnico blanquivioleta también negó cualquier conversación sobre el presunto amaño con Quico Catalán o Javier Tebas: "Tampoco nos dijo nada el presidente del Levante sobre los rumores de amaño y Tebas no me llamó sobre el presunto amaño".

Su relación con excompañeros

Sergio también hizo referencia a sus conversaciones con excompañeros en el Deportivo, puesto que ellos estaban preocupados porque también se jugaban la permanencia: "Conservo buenos amigos en el Deportivo de la Coruña: Valerón, Riki y Manuel Pablo. Hablamos en la previa del partido con toda normalidad. No sabría decirle si fueron ellos los que me llamaron o yo. En ningún momento me manifestaron sus sospechas sobre un presunto amaño, tan sólo su preocupación porque ellos podrían bajar".

Sergio se quedó fuera de la convocatoria del aquel encuentro. Por eso comparece como testigo y no como acusado en este proceso. Acerca del duelo, ha comentado: "Me pareció un partido normal y más que correcto, intenso y en el que intentamos ganar para acabar con buenas sensaciones. Se celebró mucho la permanencia. Fue una semana atípica a nivel de comidas de grupo, pero normal en la logística de entrenamientos. El míster quería hacerlo bien porque tenía opción de cambiar de equipo".

Además, quiso añadir que no tuvo constancia ningún tipo sobre la compraventa del partido: "No tuve conocimiento sobre algún acuerdo entre jugadores del Levante y del Zaragoza. Que yo viese o que yo sepa no hubo intercambio de dinero entre ellos".