Antoñito Regal, un futbolista maniático y con ganas de estudiar

El actual vestuario del Real Valladolid está lleno de sueños cumplidos. Son varios los jugadores del club blanquivioleta los que están viviendo la segunda temporada de un sueño que, en muchas etapas, llegó a ser inimaginable. Javi Moyano, primer capitán del equipo, fue la temporada pasada el debutante más veterano de la categoría, pero no es el único que vive esa ilusión. Antoñito Regal, su compañero de demarcación y de capitanía, también.

El de Herrera, localidad que le ha dedicado una calle, llegó en el verano de 2017 al Nuevo Estadio José Zorrilla siendo un jugador de LaLiga SmartBank. 162 partidos de bronce y 96 de plata definían a un futbolista que siempre ha estado y estará vinculado a Luis César Sampedro y que, ahora, tiene contrato con el Pucela hasta el año 2021.

El peso deportivo de Luis César

El actual preparador del Real Club Deportivo de la Coruña y exblanquivioleta fue parte determinante para el fichaje del '18'. Ambos se conocían del Club Polideportivo Ejido y del Albacete Balompié. Con el gallego, Antoñito debutó en Segunda división en el equipo andaluz y se asentó en ella en el conjunto manchego. La actualidad del futbolista pasa por la élite y por el Real Valladolid pero si estos dos condicionantes son reales son, en gran parte, gracias a Sampedro, aquél que le hizo lateral después de que el FC Cartagena hiciese tres goles y diese 17 asistencias.

Luis César siempre vio en él a un jugador de equipo y a un futbolista humilde que aprovechaba y disfrutaba de todas las oportunidades que recibía. Agradecido por el debut que tuvo en el Estadio El Helmántico de Salamanca en noviembre de 2007, el actual carrilero blanquivioleta peleó, lucho y sufrió para superar los mucho altibajos que tuvo en su carrera.

Entre el lateral y el extremo en el terreno de juego, el sevillano de nacimiento aunque criado en Málaga desde los 13 años se considera "un hombre de la casa" y es por ello que nunca tiene una voz más alta que otra. Actualmente está siendo uno de los descartes de Sergio González para las citaciones, pero el jugador nunca dirá nada. Seguirá con sus rutinas de trabajo y esfuerzo para poder volver a repetir lo antes posibles sus rituales antes de los partidos.

Maniático y extremandamente ordenado, Antoñito tiene la 'obligación' de comer arroz con bacon antes de todos los partidos. Ésta, y cómo el confiesa, es una idea que lleva ejecutando desde bien pequeño. Desde que le llamaban Antoñito, un apodo que le encanta, del que nunca renuncia y por el que todo el mundo, salvo su madre, le sigue conociendo pese a los 32 años que está cerca de cumplir este mes de diciembre.

Un sueño académico

Su familia fue aquélla que le enseño la humildad, el trabajo y la constancia para conseguir los objetivos. Su padre fue el que, en los momentos más duros, le pidió "un año" para hacer un último intento e intentar cumplir su sueño de ser jugador de fútbol después de ser cortado por el Málaga CF.

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El de Antoñito no ha sido un camino fácil, pero siempre estuvo apoyado por los suyos y eso fue un seguro para que ahora sea un jugador de LaLiga Santander con más de 2.000 minutos. Dicha cifra no la ve como un techo, sino como una opción y confirmación para seguir creciendo y trabajando.

Así percibe el fútbol y la vida un jugador que nunca ha escondido que uno de sus grandes sueños es ser profesor de Educación Física. La carrera profesional de futbolista tiene grandes peajes y uno de ellos son los grandes esfuerzos que hay que hacer y la cantidad de aspectos que se pierden en esa lucha, como Antoñito narró a la cantera pucelana hace unos meses.

El peaje del fútbol

“Perdí muchos amigos por el fútbol porque me decían de salir a la calle y decía que no, que me tenía que cuidar y descansar", contó en el mes de marzo a los jóvenes jugadores del Real Valladolid. El esfuerzo es prioritario para conseguir ser jugador de LaLiga Santander. Antoñito lo sabe por todo el esfuerzo que ha hecho él y su familia y por todo lo que se ha dejado en el camino.

“Me arrepiento de no haber estudiado y tener una carrera”, aseguró en esa reunión con la cantera blanquivioleta, pero, seguro, que ésta, una opción que nunca se le ha ido de la cabeza y estará con fuerza a aparecer cuando cuelgue las botas tras una carrera agradecida, sacrificada y con un inolvidable paso por Primera división del que siempre recordará un gol: el primero, el del Estadio Benito Villamarín.