Calibrando la realidad blanquivioleta

Año nuevo y partido capital ante el Club Deportivo Leganés. Nadie del Real Valladolid ha querido darle durante la semana la trascendencia de 'final', pero sí de un partido muy importante. Un duelo especial y capital. Inicialmente, ni Toni Villa, ni Fede San Emeterio ni Javi Moyano hablaron de un encuentro definitivo, algo que tampoco hizo Sergio González este jueves.

"Es un partido que puede marcar un antes y un después", aseguró el preparador catalán en una reflexión llena de verdad. El Pucela disputa este viernes, desde las 19.00 horas, un duelo muy importante para sus aspiraciones, nervios e ilusiones. Los de Sergio reciben en el Nuevo Estadio José Zorrilla a un equipo en zona de descenso, pero que llega tras conseguir buenos resultados.

De la mano de Javier Aguirre, al que Sergio elogió en la previa, el equipo pepinero ha cambiado su cara. Los madrileños creen en sus opciones y en su potencial y buscarán en Zorrilla una victoria que les haga ver la zona de salvación más cerca.

Dos meses sin ganar

Por su parte, los blanquivioleta necesitan los tres puntos. Después del mazazo que supuso el empate (1-1) ante el Valencia CF, el Real Valladolid debe conseguir una victoria que no consigue desde hace justo dos meses.

Son 60 largos días sin llevarse a la boca un triunfo que no han acercado al equipo a la zona de descenso, pero que sí que han aumentado los nervios y dudas en el vestuario y el entorno.

Las preocupaciones del equipo actualmente están centradas en el lateral izquierdo. Sin Nacho Martínez, lesionado, y Fede Barba, descartado para esa posición, el Pucela tendrá que improvisar un jugador para el carril del '3'.

Se trata de un movimiento arriesgado, como se vio en la última jugada del enfrentamiento ante el equipo valencianista, que muestra ciertas carencias del equipo blanquivioleta. Pese a ello, la ilusión por la victoria y un brillante inicio de 2020 es total en el seno vallisoletano.

Calibrando al Real Valladolid

Bajo el arbitraje de Juan Martínez Munuera, el Pucela calibrará, para empezar el año, su verdadero estado de forma y de nervios. Marcado por las limitaciones del lateral zurdo, Sergio volverá a apostar por el núcleo fuerte de un vestuario que ya mira al mercado de invierno.

Los jugadores ya permanecen atentos a las hipotéticas salidas y a las posibles llegadas a un vestuario que juega este viernes un duelo crucial para calibrar su realidad y, por qué no, para tomar algunas decisiones.

Ganar, además de debilitar la reacción de un rival directo, potenciaría las ilusiones del mundo blanquivioleta, todo lo contrario que una derrota. Caer ante los pepineros sería un golpe duro para abrir 2020 y cerrar la primera vuelta.