Este martes se ha confirmado que la visita del Real Valladolid al Estadio de Butarque de este sábado, desde las 13.00 horas, para enfrentarse al Club Deportivo Leganés se jugará a puerta cerrada. Los de Sergio González vivirán un duelo muy condicionado tras la medida tomada por el coronavirus, ya que las consecuencias de cerrar la entrada marcan la jornada 28 de LaLiga Santander
Para este encuentro, la expectación era alta en el seno blanquivioleta. El horario y la cercanía del lugar hicieron que el viaje de aficionados se completase con cierta facilidad.
El Pucela no iba a estar solo en este crucial encuentro para su futuro, pero la decisión del Consejo Superior de Deportes priva de un desplazamiento a decenas de aficionados blanquivioleta y al equipo del apoyo de estos. Esta misma tarde la Federación de Peñas ha emitido un comunicado para devolver el dinero del viaje a todos los que se habían apuntado.
⚠️::: COMUNICADO IMPORTANTE ::: https://t.co/Kn2Ec3linK
— F.Peñas R.Valladolid (@fdprvalladolid) March 10, 2020
Un partido de fútbol sin público no es lo mismo, ni para el equipo local ni para el visitante. Pese a que, en este encuentro, la afición visitante sería muy inferior a la local, el condicionamiento que no sólo vive el Real Valladolid es grande.
Las quejas, por ello, son constantes desde que se ha conocido las medidas. El Real Club Celta de Vigo, por ejemplo, ha pedido el aplazamiento de su visita al Nuevo Estadio José Zorrilla, algo que se puede ampliar en las próximas horas con nuevos equipos.
Desde LaLiga ya se ha dado a conocer la lista de personas que sí podrán entrar en Butarque y es muy reducida. Sólo podrán acudir al estadio fotógrafos oficiales, encargados de gestionar las redes sociales de ambos equipos y el personal necesario de la productora responsable de la retransmisión televisiva del partido. Es decir, un grupo muy reducido que condicionará la transmisión de información del partido y las declaraciones posteriores de los protagonistas.
A favor que no tenga el Leganés a su afición ya que después de la victoria en su último partido en Villarreal irían a muerte para apoyar. En contra que a estadio vacío al gran motivador Javier Aguirre se le oirá perfectamente. O mejor dicho que solo se le oirá a él. Sergio y el banquillo tienen que dejarse la garganta animando.