Dos años del complicado estreno de Sergio en Zorrilla

Sergio González cumplió hace unos días dos años en el banquillo del Real Valladolid. El entrenador catalán ya sabe lo exitoso de su paso por el Nuevo Estadio José Zorrilla, pero nadie le puede quitar lo duro de su debut y lo amargo de su estreno.

Tras firmar por la entidad pucelana, el hueso al que se iba a enfrentar el equipo blanquivioleta era el Real Sporting de Gijón. El equipo de Rubén Baraja era el líder de LaLiga SmartBank tras siete victorias seguidas y después de sumar sólo una derrota en 12 jornadas. El rival no era fácil, pero el equipo blanquivioleta tenía algo que perder. Tras la salida de Luis César Sampedro, el Pucela no tenía tiempo que desaprovechar y el duelo era una 'final' para poder soñar con entrar en play off.

Oportunidad perdida

Todas las opciones que se podían desaprovechar ya estaban consumidas y el Real Valladolid no podía perder ninguna oportunidad más, pero el partido salió cruz. Pese a que el equipo hizo méritos para sumar un punto, el inicio del choque trastocó la puesta en escena de Sergio González. El catalán, que había pedido "margen de maniobra" en su presentación, se vio atado muy pronto.

Un gol de Rubén García a los pocos segundos de comenzar el encuentro sentenció el partido y marcó como una cruz el inicio de la etapa de Sergio González en el Pucela. En aquel momento nadie podía imaginar cómo terminaría la temporada. Nadie.

Tras la jornada 35, el Real Valladolid estaba a cinco puntos de la zona de play off y con la visita al Nuevo Estadio Carlos Tartiere, sexto clasificado, en el horizonte. Habría una nueva oportunidad, la enésima, pero el estreno de Sergio ya estaba señalado en un mundo blanquivioleta que seguía crispado porque veía que el cambio de entrenador no 'variaba' nada.