Nada tiene que ver LaLiga SmartBank actual con la de hace unas temporadas. Sin perder su competitividad y atractivo, con el paso de los años, la categoría ha ido ganando en seguimiento y eso ha desembocado en contratos de televisión mucho más jugosos.
En las últimas campañas, el fútbol profesional español ha recibido una oferta superior por los derechos televisivos de sus encuentros. Algo que no sólo ha mejorado los números en LaLiga Santander, sino que también se han beneficiado de ello los clubes de Segunda División. Una partida económica que, ante la crisis del coronavirus, se hace incluso más importante sobre el presupuesto total de las entidades deportivas.
De hecho, los recién ascendidos a la categoría de plata, que son los que menos cobran, están llegando a percibir entre 5 y 6 millones de euros por campaña sólo de la televisión. Una cantidad nada desdeñable para las arcas del Real Valladolid si es que el Promesas lograra la gesta de ascender en un complicado play off exprés en el que todo indica que va a participar tras ser confirmado por la Real Federación Española de Fútbol y a la espera de que el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España dé el visto bueno.
Pero, aparte de que los canteranos competirían y se curtirían en una categoría mucho más exigente y provechosa que la Segunda División B y de que no haría falta ceder a tantos jugadores del primer equipo, ¿es rentable un filial en Segunda? Ahora, si es el de un club modesto, la respuesta es rotundamente sí. No lo era tanto hace unos años, cuando, por ejemplo, el RCD Mallorca o el Málaga CF lograron colar en el fútbol profesional a sus segundos equipos en 1998 y 2003, respectivamente.
Posteriormente, otros filiales cogieron su testigo y lo comprobaron de primera mano. Obviando a los del Real Madrid y el FC Barcelona, cuyos sueldos ya de por sí se podrían asemejar en muchas ocasiones a los de jugadores profesionales, hubo otros como el Villarreal CF, el Athletic Club o el Sevilla FC que sacaron rédito de una u otra forma de su presencia en la división de plata. Las tres últimas temporadas del segundo equipo amarillo o las dos del filial hispalense en LaLiga SmartBank sirvieron a la entidad para crecer en lo deportivo con su cantera, pero también en lo económico. Mientras, el conjunto vasco tuvo un paso efímero por Segunda no hace tanto, el suficiente para comprobar que la categoría estaba en plena expansión.
Además de ser un importante anhelo de Ronaldo Nazário desde hace tiempo, lo cual ha expresado de puertas para adentro del club pucelano, un hipotético ascenso del Real Valladolid Promesas permitiría un paso más en el crecimiento que está viviendo el club en todos los ámbitos. Todo ello siempre y cuando el primer equipo blanquivioleta haga sus deberes y logre mantenerse en Primera División. Esto posibilitaría un ilusionante curso 2020/2021.