2-2, Orellana p. (m. 55)
3-1, Weissman (m. 76)
1-2, Roberto Torres (m. 43)
3-2: Agonía, dudas y golpe de efecto final
Sin llegar todavía al ecuador de la temporada ya son muchas las finales a las que se ha tenido que enfrentar el Real Valladolid de Sergio González. Cuándo más parece estar en la cuerda floja, más parece sacar su mejor nivel. Después de volver a la derrota en el Estadio Wanda Metropolitano, el partido contra el CA Osasuna en casa parecía el momento ideal para dar un golpe sobre la mesa. Tanto por parte del entrenador como de los jugadores.
La ansiada victoria pucelana iba a ser buscada por un once lleno de novedades. Saidy Janko y el israelí Shon Weissman eran las principales. A pesar de las buenas sensaciones en la primera parte contra los colchoneros, la vuelta de hombres como Fabián Orellana y Joaquín Fernández era algo necesario para ver la mejor versión del equipo.
Un partido de locos en todos los sentidos, volvía a situar al Real Valladolid y la confianza del club en Sergio como vencedores. El Pucela conseguía así su primera remontada de la temporada, tras ser también remontado previamente. Los blanquivioleta respiran y el equipo navarro se hunde cada vez más. Con la victoria (3-2) los vallisoletanos duermen momentáneamente fuera del descenso.
Inicio trepidante y destellazo de Weissman
Ambos equipos se jugaban mucho. Osasuna llegaba al Nuevo Estadio José Zorrilla siendo el equipo en peor forma de toda LaLiga. Algo de lo se pudieron aprovechar los de Sergio en los primeros instantes. Las malas dinámicas no suelen ser un buen ingrediente para jugar este tipo de partidos. En los primeros 20 minutos se vio a un Real Valladolid con las ideas más claras y más punzante a la hora de tomar decisiones relevantes en tres cuartos de campo.
El inicio de los blanquivioleta fue fulgurante. A esto se unió un equipo rojillo dormido, que apenas había entrado al campo cuando se llevó el primer golpe. Una jugada muy rápida le dio el primer gol Pucela. Salida de balón por la derecha en pies de Janko. El balón lo recibe Óscar Plano en el centro y levanta el periscopio para detectar un brazo reclamando el cuero. Éste era la gran novedad en la alineación, el israelí Shon Weissman, que, con una gran clase, tiró el desmarque, controló el pase y, con un giro perfecto, definió cruzado abajo sin despeinarse. Primer gol del israelí como blanquivioleta. Tranquilo, con calma y celebración haciendo llamamiento a todas las habladurías entorno a su fichaje y su bajo rendimiento hasta la fecha.
A partir de ese momento el partido se equilibró bastante. Aunque los primeros minutos después del gol, los de Jagoba Arrasate seguían un poco nerviosos y se notaba esa ansiedad fruto de tantos partidos sin ganar. Sin embargo, los navarros empezaron a mover el balón, y a través del juego por bandas iban creando cada vez más peligro. Parece que después de un gol a favor el equipo de Sergio no sabe ir a por más, pero tampoco mantener esa renta de forma tranquila. Sucedió contra el Levante UD hace dos semanas y ocurrió también frente a Osasuna.
Errores dignos de otra categoría
Esta inercia del Club Atlético Osasuna hizo que el nerviosismo se trasladara de un equipo a otro. El equipo vallisoletano se fue echando hacia atrás y esto provocó un error de bulto de Joaquín Fernández, que, saliendo del área, dejó totalmente solo a Ante Budimir. El fichaje frustrado del Pucela en el último mercado de fichajes remataba solo abajo y ponía el empate en el marcador. Este gol provocó aún más temor al Real Valladolid, que perdió en muy poco tiempo el control del partido. Tras lograr el botín del primer tanto, el conjunto rojillo continuó el guion establecido.
Con una defensa que mostraba signos de inestabilidad, Roberto Torres culminó la remontada imponiendo el 1-2 en el minuto 43. Una acción aparentemente fácil de solventar se convirtió en un despropósito absoluto de todos los integrantes defensivos. Así, se iban a los vestuarios los dos equipos. Un Osasuna con las ideas claras y pletórico, frente a un Real Valladolid descolocado y en el que el desorden estaba siendo el MVP del partido.
Vuelta de tuerca tras el descanso
Fruto de las necesidades obvias de los locales, la cara mostrada en los primeros compases de la segunda mitad fue otra totalmente diferente. Los dos primeros acercamientos llegaban en las botas de Óscar Plano y Marcos André de Sousa. Aunque el peligro de éstas no era demasiado. Ahora, a veces sí se cumple lo de a la tercera va la vencida. En el siguiente acercamiento del Pucela, tras un centro lateral, una salida tardía de Sergio Herrera derribó por completo a Joaquín, y el árbitro no dudó. Penalti a favor del Real Valladolid y balón en manos de Orellana. Con la elegancia y el talento que le caracteriza, el chileno colocaba desde los 11 metros el balón en la escuadra derecha, devolviendo las tablas al luminoso.
El partido estaba precioso y las respectivas aficiones mordiéndose las uñas sin cesar desde el sofá de sus casas. A pesar del gol pucelano, Osasuna volvía a sacudirse la presión poco a poco, como en la primera mitad. Un centro lateral previo a un gran remate de Jonathan Calleri, hacía esforzarse a Jordi Masip para detener el cuero. No obstante, esto fue cortado por un nuevo contratiempo para los pucelanos. Janko, en el suelo, y nueva lesión para el lateral suizo, que provocó la entrada inmediata de Pablo Hervías.
A falta de algo más de un cuarto de hora de juego, Sergio González demostró querer ir a por el partido, introduciendo aire fresco de un perfil ofensivo. Kike Pérez y 'Jota' Filipe fueron los elegidos. El partido seguía totalmente loco y el Pucela cogía la manija del juego. El acoso estimulado por los centros laterales iba a provocar un nuevo reverso en el encuentro, esta vez en favor del Real Valladolid. El primer balón que tocaba 'Jota' era para Hervías, que, con un centro preciso al área, ponía a la cabeza de Weissman como principal protagonista. Remate de goleador abajo a la perfección. Dos balones en el área y dos goles. Eso es un delantero.
Final agónico y victoria sufrida
Con el gol y todo en su contra, los visitantes intentaron quemar sus últimos cartuchos y remar a contracorriente para volver a empatar el duelo. La respuesta de Sergio no se hizo esperar, dando entrada a Javi Sánchez y Fede San Emeterio para dar al equipo la solidez casi inexistente durante todo el encuentro.
Aún así, los de Arrasate tendrían la última en los pies de Calleri, dejando casi helado a todo el banquillo local. Después de una falta lejana, con Osasuna volcado, el partido terminaba en Zorrilla y el Pucela conseguía así una victoria de infarto. El equipo castellano duerme fuera del descenso a la espera de lo que hagan sus rivales.
Partido de muchos nervios que no gustan nada a los aficionados del pucela, cuando hay muchos goles suele haber errores. A mí me encantó porque se remonto en una liga tan igualada como la de este año, valoro la victoria mucho más. Por fin se confió en weissman...poco utilizado y que cuando le ha puesto lo ha dado todo aunque no le salieran las cosas. Jota cada vez me gusta más. Vamos pucela...
Todos al Shon de Weissman dueño de la batuta de esta orquesta,hay delantero?lo peor los últimos diez minutos que són de infarto,no se puede minimizar el juego?en una palabra tener el balón fuera del área,los fallos casi no cuentan,si que se necesita minutos en la pizarra,se levanto el partido que era fundamental ,y eso es lo que importa,tres puntos y seguir mejorando.SIEMPRE PUCELA.