El Real Valladolid tenía una bala sorpresa para el lateral izquierdo. La bala la sigue teniendo, pero la noticia de Radio Galega, ampliada por el periodista Tato Aguilera desde Argentina, ha eliminado el efecto sorpresa con el que los blanquivioleta pretendían, y pretenden, reforzar con un jugador de nivel su lateral izquierdo: Lucas Olaza.
Boca Juniors y Celta de Vigo mantienen desde hace tiempo un conflicto por el jugador. En resumidas cuentas, los vigueses tienen un doble problema: quieren liberar una plaza de extracomunitario y, pese a la importancia de Olaza, no quieren asumir la opción de compra obligatoria, de cuatro millones de euros, en caso de que juegue la mitad de los partido de Liga. Lleva 18 y, si se queda, raramente no los alcanzaría. El entorno celtista ha dejado caer que rebajar esa cifra a dos millones sí le encajaría financieramente.
La respuesta de Boca ha sido de un no rotundo. La cesión está cerrada hasta final de temporada y se debe quedar en Vigo. Ahí es donde el Real Valladolid está jugando sus cartas. Desde el Nuevo Estadio José Zorrilla buscan solucionar el problema de celestes y xeneizes. Es una operación tan ambiciosa como complicada, pero de las pocas de calidad que el Pucela puede cerrar garantizando un rendimiento inmediato y con presente en LaLiga Santander.
Falso, humo, CRECEPELO de MAG, para justificar la inacción y la desidia. Acabará Kodro, un jugador que no suma más allá que bulto y Villarrasa, luego tal y cual, sonrisa de "es lo que hay", y golpes de pecho. El trabajo se mide por resultados...