Uno de los hombres de moda que está llamando a la puerta de la selección española es Joan Jordán. A sus 26 años, el centrocampista del Sevilla FC, no sólo es un fijo en los esquemas de Julen Lopetegui, sino que cada temporada parece superarse. El gerundense vivió en la noche del miércoles un partido de ensueño al imponerse su equipo por 2-0 al FC Barcelona en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán en las semifinales de la Copa del Rey. A falta del partido de vuelta en el Camp Nou, la sensación es de tener prácticamente encarrilada la eliminatoria.
Jordán pisó fuerte desde el primer día. En su primera campaña como sevillista se ganó, rápidamente, la confianza de Lopetegui. El verano pasado vivió el momento más dulce y emotivo de su carrera, siendo titular, el Sevilla se proclamó campeón de la Europa League tras doblegar por 3-2 al Inter de Milán.
No hay límites para Jordán, que, esta campaña, la segunda como sevillista, sigue queriendo más. Acumula 20 partidos en LaLiga Santander, cinco en Champions League, cinco en la Copa del Rey y la Supercopa. Su carácter guerrero y su exigencia dentro del campo hacen que todas las miradas se dirijan a él.
El de Regencós se formó en las categorías inferiores del RCD Espanyol. Tras dos años en el filial, Sergio González le tendió la mano y decidió darle la oportunidad de debutar con el primer equipo en la segunda jornada liguera de la campaña 2014/2015. Fue, precisamente, ante su ahora equipo, el Sevilla FC. El encuentro finalizó con derrota perica por 1-2. Con el de L'Hospitalet de Llobregat en el banquillo, disputó 16 partidos con el filial y siete con el primer equipo.
Diego Ribera, segundo entrenador del Real Valladolid y mano derecha de Sergio González, reconoció en ABC que "Sergio se veía muy identificado con Joan Jordán como jugador, futbolísticamente", pero la acumulación de hombres en el medio del campo en el Espanyol, provocó que no gozara de minutos. "Es verdad que nos hubiera gustado darle más partidos incluso", apuntó.
Por falta de oportunidades y tras no consolidarse en el primer equipo decidió desembarcar en el Pucela de LaLiga SmartBank con el objetivo de acumular más minutos.
El gerundense aterrizó en tierras pucelanas en la temporada 2016/2017, cedido por el Espanyol una temporada prorrogable en caso de que los blanquivioleta consiguieran el ascenso a Primera División, algo que finalmente no se produjo. Pronto Jordán se hizo un hueco en los planes de Paco Herrera, disfrutando de 2.970 minutos repartidos en 35 encuentros, siendo titular en todos ellos y anotó tres goles. Su paso por el Nuevo Estadio José Zorrilla no pasó desapercibido para los aficionados pucelanos, ya que se convirtió en un fijo en el centro del campo. A lo largo de la temporada, vivió roles diferentes, en un principio tuvo mayor presencia ofensiva, su función se basó en robar y filtrar balones a los delanteros. Sin embargo, a final de temporada tuvo que retrasar su posición y desempeñó el papel de doble pivote junto a su pareja de baile, André Leão, algo que dotó al equipo de un mayor equilibrio.
Al año siguiente, el gerundense hizo las maletas para poner rumbo a Éibar, donde destacó durante dos campañas en Primera. Su buen hacer le sirvió para que Julen Lopetegui pusiera el ojo en él. Desde entonces, su progresión ha sido meteórica. Cuando no está en el campo el equipo lo nota. Es, sin duda, una de las grandes sensaciones del club de Nervión.