2-1: Sufrida victoria pucelana para elevar las expectativas

El Real Valladolid recibía la visita del Getafe CF en el Estadio José Zorrilla y los de Sergio González lo hacían con la imperiosa necesidad de conseguir tres puntos. Ante el último rival al que se habían impuesto en LaLiga Santander, los pucelanos tenían la "enésima oportunidad" para conseguir un cambio de tendencia necesaria.

Esa variación de situación comienza por una victoria pero, también, por una variación de contextos que el Real Valladolid debe atacar tras los balsámicos tres puntos firmados ante el equipo de Pepe Bordalás. La quinta victoria de la temporada hace que los pucelanos vean su situación de forma muy diferente gracias a un partido de dos caras.

Entendiendo que la versión de la primera parte es aquélla que va a llevar al equipo a más victorias, el sufrimiento de la segunda parte genera un miedo y unas dudas importantes sobre la evolución y el crecimiento del Real Valladolid en dos de sus grandes necesidades: la consistencia y la regularidad. Buscándolas, los pucelanos podrán hacer de los primeros 30 minutos de esta victoria su sustento de crecimiento.

Dos versiones pucelanas

La enésima oportunidad liguera a la que hacía frente el Real Valladolid tuvo un fulgurante y convincente inicio que hizo ver, sin duda, la mejor versión blanquivioleta de la temporada. Un equipo vertical, seguro y sin fisuras era fuerte en campo propio y peligroso en campo rival. Así, firmó media hora de juego de enorme envergadura y de inmejorable resultado.

Los tantos de Óscar Plano y Shon Weissman llevaron al Real Valladolid a un estado de confianza y atrevimiento importante. Los jugadores se habían soltado y creían en sus cualidades. La línea defensiva avanzaba con fuerza en las marcas y en la contundencia, el centro del campo inyectaba un ritmo alto de balón y el frente ofensivo generaba sensación de peligro.

Los de Sergio González se gustaban y no se conformaban hasta que Jaime Mata recortó distancias. Una acción individual del exblanquivioleta dentro del área metía al Getafe CF en el partido y, también, generaba miedo e inseguridad en los pucelanos. Tras el tanto del '7' azulón, las marcas locales ya no eran tan fuertes ni convincentes y al Real Valladolid le costaba mostrar sus cualidades.

Pese a la pérdida de seguridad, los de Sergio González supieron mantener cierto control sobre el partido y llevarlo al descanso con la ventaja mínima. Era un momento complicado que se debía resolver como lo hizo el equipo.

La fase de sufrimiento del Real Valladolid llegaba antes del descanso y sin grandes sensaciones de control, los pucelanos no encajaron más goles, algo que dejó como bueno el final de unos primeros 45 minutos interesantes. Por el resultado y el marcador fijado.

Angustia

La sensación con la que se llegaba al descanso era buena pero, a la vez, peligrosa. El final de los primeros 45 minutos dejaban una inercia positiva para los de Pepe Bordalás que, con ciertos matices tácticos y variaciones de jugadores, consiguió ampliar tras la reanudación. Los de Sergio González estaban sometidos a la fuerza visitante y, a la vez, no conseguían salir de ella. En campo propio y sin respuestas para salir de esa zona, los pucelanos se comenzaban a angustiar.

Con el único aliado del paso de los minutos, el Real Valladolid se veía encerrado cada ves más tiempo y Sergio, consciente de ello, realizaba tres cambios conjuntos para los últimos 20 minutos. Con Míchel Herrero, Fede San Emeterio y Kenan Kodro, el Real Valladolid, teóricamente, buscarían una doble referencia ofensiva para iniciar desde ellos y un centro del campo fresco para aumentar la velocidad de juego.

Creando un "espejo", tal y como Sergio ha definido muchas veces, el Real Valladolid quería recuperar las sensaciones y la seguridad, todo aquéllo que se había marchado desde el gol de Jaime Mata. Con poco más de un cuarto de hora en el horizonte, los blanquivioleta debían sufrir para conseguir tres puntos que se quedaron en Zorrilla.

Imprescindible victoria

Con dudas y miedos en más de 45 minutos pero, también, con potencial de juego y hechuras de equipo en un ilusionante inicio, el Real Valladolid consigue una victoria muy necesaria. Inicialmente es eso, imprescindible. El tiempo dirá si es relevante y si, incluso, es el punto de inflexión definitivo para este equipo.

En la "enésima oportunidad" de la temporada, los de Sergio consiguen una victoria balsámica que les puede llevar a una dinámica tan necesaria como influyente para una temporada en la que los pucelanos han tenido varias oportunidades de cambiar su situación con victorias como ésta.