El punto cosechado por el Real Valladolid en San Mamés deja un sabor agridulce. Dulce por el empate cosechado en los minutos finales y agrio porque no sirve para tomar distancia con los puestos de descenso. Lo que sí supuso una gran alegría para el vestuario pucelano y su afición fue el retorno de Kiko Olivas a los terrenos de juego.
Una lesión en Ipurua la temporada pasada lo dejó relegado al ostracismo, pero a base de trabajo y constancia ha conseguido volver a disfrutar de lo que más le gusta 9 meses y 12 días después. Fue en la recta final del partido en San Mamés cuando Kiko Olivas volvía a sentirse futbolista. Saltó al verde para dar consistencia a la zaga tras el segundo gol local y el cambio de dibujo llevado a cabo por Sergio.
La jugada le salió bien al Pucela, que consiguió rescatar un punto por medio de Weissman. Tras el pitido final, Kiko atendía a los medios sobre el terreno de juego con un visible rostro de felicidad por el punto y por volver a contar con minutos.
"Es una alegría volver, tenía muchas ganas tras tanto tiempo. Es un día feliz para mí. El empate también ayuda a que sea un poquito mejor, estaba la cosa muy difícil y estamos contentos. Es un día especial para mí", fueron sus primeras palabras, acompañadas de una sonrisa que todos esperan que no se vuelva a desdibujar.
La única alegría de toda la temporada. Kiko sin ritmo es mejor que el resto de los centrales juntos.
Enhorabuena KIKO como me alegro por ti , un abrazo y a seguir disfrutando del futbol , eres un crak.
Alegría por tu vuelta, te estábamos esperando, contigo siempre Kiko !!!!