Las variantes que ofrece a Pacheta el nuevo rol de Toni

El técnico del Real Valladolid, José Rojo, Pacheta dejó clara sus intenciones con el equipo este miércoles, alineando un sistema novedoso, no para su figura, pero sí para sus jugadores, que deberán adaptarse a su estilo. El técnico, aunque en la rueda de prensa posterior al encuentro, reconoció que no tenía un dibujo táctico "claro", el 1-5-3-2 o 1-3-5-2 puede ser la seña de identidad de un Pucela que sigue preparando el inicio de LaLiga SmartBank 2021/2022.

Como te adelantó ElDesmarque Valladolid, el de Salas de Los Infantes ya daba pistas en las sesiones de entrenamiento de lo que quería transmitir a los suyos. El XLVII Trofeo Ciudad de Valladolid se presentaba como una oportunidad para poder plasmarlo, y más con la afición de testigo. Y así fue. Su peculiar y, hasta el momento, experimento dio la victoria a su equipo y el Trofeo se quedó en el Nuevo Estadio José Zorrilla en el día, además, de su estreno en el banquillo como entrenador local.

Los detalles de su dibujo

En este sistema entró la figura de Toni Villa en el centro del campo. Algo que se había demandado en otras etapas en el Real Valladolid y ya se echaba en falta. Sin embargo, la posición de Fede San Emeterio junto al murciano provocó una situación compleja.

Con tres centrales de inicio, Fede, en defensa, se colocaba entre ellos, formando una línea, en algún momento en concreto, de cuatro con dos carrileros abiertos. Esta circunstancia dejó una gran libertad a Toni para recibir el balón, pero el escaso apoyo de Óscar Plano, le impidió al '19' poder sacar la pelota con mayor facilidad. El '10', entre tanto, estuvo colocado en la banda, a pesar de las indicaciones de un Pacheta que veía que el madrileño se metía por dentro sólo en ataque.

Por todas estas razones, Toni tuvo que hacer un gran esfuerzo para que los suyos mantuvieran la pelota y poder así defender con la posesión del cuero. El perfil, en este caso, que necesitaría el Pucela para acompañar a Toni y obtener mayor conexión en las transiciones, es Roque Mesa. En cambio, al canario le está costando entrar en el grupo por su reciente positivo y el técnico se ve obligado a buscar las opciones que tiene, actualmente, disponibles para llevar a cabo su metodología.

La comparación con el primer test

En el once que sacó de inicio ante el Atlético Tordesillas, el jugador que ejerció el rol de Toni fue Álvaro Aguado. El jienense fue uno de los mejores en el primer acto, aunque le costó encontrar el equilibrio que buscaba el propio Pacheta. Cuando Aguado dio con la tecla, el Pucela solventó la línea de presión de los de Miguel de la Fuente.

Ante el Rayo Vallecano, Toni, al estar junto a un jugador de corte defensivo, en un primer momento, no conectó con la pelota, ya que Kiko Olivas y Joaquín Fernández, no encontraban su figura. Cuando el '19' se echó el equipo a sus espaldas, entrando en acción buscando los espacios, el nuevo Real Valladolid comenzó a carburar. Da la casualidad que estos minutos fueron de dominio blanquivioleta, ya que el conjunto madrileño no cubría a Villa y sí, a los centrales y a Fede.

Los de Andoni Iraola se empezaron a dar cuenta y, por eso, dieron ese paso adelante, coincidiendo con el cansancio de Toni por el esfuerzo realizado, trabajo que reconoció la afición cuando fue sustituido. De hecho, esta variante protagonizada por Toni deja la conclusión de que si el murciano cuenta con el apoyo de un jugador algo más ofensivo que defensivo, el '19' podrá disfrutar de los galones que recibe de un técnico que sigue probando de forma táctica sus primeras decisiones.

La opción de utilizar la mediapunta

Pacheta afirmó en la comparecencia, tras derrotar al Rayo, que el equipo está hecho para jugar con dos puntas. En ese aspecto, cabe la posibilidad de incorporar a un futbolista por detrás de ellos, dejando dos mediocampistas cubriendo su espalda. Es decir, el mismo sistema (1-3-5-2), pero con Toni de mediapunta bajando a recibir, pero sin que él sea la principal baza para sacar el balón y sólo una opción.

Por lo que, el dibujo en ataque, con esta variante específica, cambiaría al 1-3-4-1-2. Así, seguiría la línea de tres, pero introduciendo dos mediocentros y la mediapunta para conectar con los dos de arriba. Los beneficios se multiplicarían, ya que el esfuerzo de Toni sería escaso y, así, en los últimos metros, podría sacar su calidad sin tener que luchar con su propia resistencia física.

Si Pacheta consigue dar con la tecla de Toni y con esos dos mediocentros, uno de carácter defensivo y otro que esté pendiente tanto del ataque como de la mediapunta, con Toni como protagonista, el Real Valladolid dará más de una alegría en una temporada que se presenta, cuanto menos, ilusionante.