El debut muestra la vital importancia de una posición en el Pucela
El empate ante la UD Las Palmas dejó de manifiesto brotes verdes en el Real Valladolid, sobre todo en los carriles. Tanto en el costado izquierdo como en el derecho, Luis Pérez y Lucas Olaza ofrecieron un gran nivel y fueron, junto con Marcos André de Sousa, los mejores jugadores sobre el campo del conjunto blanquivioleta.
Este 1-3-5-2 que ha planteado José Rojo, Pacheta desde su llegada potencia a muchos jugadores, como ya afirmó el míster burgalés en sala de prensa en pretemporada. Dos de éstos son los carrileros, juegue quién juegue. El domingo brilló mucho más Luis Pérez, que tuvo una autopista por su banda derecha y fue capaz de llegar hasta línea de fondo y poner centros peligrosos. Hasta tres sirvió a Marcos André antes del gol. Sin embargo, el ex del CD Tenerife no llegó a cerrar a Benito Ramírez en la jugada del gol, el único pero que se le puede poner en el partido.
Por su parte, Olaza estuvo más comedido a la hora de incorporarse al ataque, sobre todo al inicio del encuentro. Más adelante, fue creciendo y acercándose más al área, algo que hizo que el equipo mejorara. Su guante en la pierna izquierda, tanto a pelota parada como en movimiento, es algo que el Pucela no se puede permitir desperdiciar.
Una de las bases del éxito del conjunto blanquivioleta esta temporada debe ser potenciar al máximo el aspecto ofensivo de sus carrileros, ya que tienen cualidades para ello. Este automatismo se mejorará en cuanto al balance defensivo a lo largo de la temporada, porque estas subidas implican coberturas y ayudas constantes de otros futbolistas.