2-0: Victoria para convencer

El Real Valladolid debía responder, que no reiniciar, tras la derrota (3-1) ante la Unión Deportiva Almería. Lo ofrecido ante el líder de LaLiga SmartBank no fue negativo, pero sí insuficiente para seguir con la dinámica de crecimiento que los pucelanos habían marcado tras la dura derrota (4-1) ante la Sociedad Deportiva Amorebieta. Por ello y con ello, la visita del FC Cartagena al Estadio José Zorrilla era vital para los de José Rojo, Pacheta.

Con el crecimiento blanquivioleta en la temporada, el duelo ante los de Luis Miguel Carrión marcaba la evolución y mostraba una nueva prueba para los pucelanos. En esta ocasión, y tras la derrota en la última jornada, el duelo probaba la credibilidad pucelana en un Zorrilla unido a su equipo tras las tres victorias consecutivas vividas.

Con esa base forjada en las últimas fechas, el Real Valladolid firmó un enorme duelo en la jornada 18. Ante un gran rival y en una exigencia muy alta de un partido con muchos frentes, los de Pacheta se mostraron seguros y consiguieron tres puntos importantes que, además de dar un buen empujón a las esperanzas pucelanos en la tabla, convencer a un exigente Zorrilla que ve a su equipo crecer, mejorar, evolucionar y asentarse.

De poder a poder

Con los objetivos bien definidos en los dos equipos, el duelo fue intenso desde el primer minuto. El inicio de partido mostró la intención de ambos conjuntos de ser dominadores y ofensivos. Los dos quisieron buscar la portería rival y ambos la encontraron. Sin acierto, los primeros minutos se vivían con intensidad, velocidad y fuerza. La lucha por encontrar y ganar el área rival existía en el juego en un duelo muy atractivo en sus primeros 25 minutos, aquéllos que rompió Shon Weissman.

El octavo tanto de la temporada del '9' blanquivioleta cambió la tendencia del duelo. Con el marcador a favor, el Real Valladolid se sintió cómodo y vivió los mejores minutos del duelo. Controlando el balón pero, también, registros de transiciones, verticalidad y robo, el equipo de Pacheta vivió con fuerza el duelo antes del descanso y, gracias a una transición brillante, obtuvo más premio de su dominio.

Los pucelanos estaban cómodos en todos los registros del juego y, por ello, merecían el segundo gol ante un FC Cartagena que proponía, que exigía y que obligaba a que los pucelanos no se relajasen. Dentro de esta tensión a la que obligaban los visitantes, el Pucela vivió el duelo con fuerza e intensidad.

Una transición definitiva

Así se gestó el tanto de Gonzalo Plata en una transición ofensiva perfecta del Pucela y generó que, en la segunda parte, el duelo se viviera cerca de las inmediaciones de Marc Martínez. Pese a que los de Carrión nunca perdieron la cara al partido ni a la propuesta, el encuentro siempre se vivió más en los registros pucelanos que en los visitantes.

Con tensión pero con el duelo controlado, el Real Valladolid veía pasar los minutos y se encontraba cómodo porque seguía cerca del área rival y con el partido en sus registros. El duelo era atractivo porque el rival exigía la mejor versión pucelana y porque los locales, en esta demanda, sabían responder con diferentes registros. Tanto en elaboración como en transición, el Pucela se veía cómodo y dominador del juego.

Un duelo atractivo

Con el duelo controlado en registros de juego y con dos goles de ventaja en el marcador, el partido afrontaba los últimos 20 minutos y el Pucela lo hacía seguro de sus posibilidades y con la necesidad de ganar, sí, pero de convencer a un Zorrilla que se acostumbra a verlo ganar pero que aún guarda el rencor de lo sufrido en Amorebieta y lo vivido, más recientemente, en Almería.

Con estos frentes, el duelo se cerraba y lo hacía con un Real Valladolid victorioso de forma meritoria. Pese a la ventaja con la que se llegó al descanso, los pucelanos no quisieron vivir de lo conseguido y buscaron aumentar su renta y vivir en área rival el mayor tiempo posible

Con dos goles que definen mucho de lo que busca este equipo, los segundos 45 minutos definen cómo quiere Pacheta que responda su equipo a partidos como éste. Con todo, la victoria y la forma que la que ésta se produce provocan una doble sonrisa en un Real Valladolid que innegablemente crece y convence.