Los vaivenes y obstáculos de Morcillo hasta la élite
Recuerdo un análisis que leía en el verano de 2012 en el que se hablaba de qué tipo de jugador era Rubén Peña. El ahora futbolista del Villarreal CF llegó hace ya casi 10 años al Nuevo Estadio José Zorrila. El de Ávila firmaba por el Real Valladolid para alternar primer equipo y Promesas. Con el equipo de Miroslav Djukic en LaLiga Santander, el Club quería jugadores que vivieran entre primer y segundo equipo. Rubén Peña fue uno de ellos.
El abulense, que en aquel entonces actuaba como extremo, era un jugador muy conocido en Castilla y León y de aquel análisis mencionado recuerdo un par de frases muy elocuentes: "Era inconcebible que Rubén no estuviera en Zorrilla. Los mejores de la Comunidad deben estar en Valladolid". La rotundidad de la frase ocurre en otras muchas comunidades y con otros muchos equipos. Jon Morcillo, actual jugador del Athletic Club y que llegará a Pucela en el mes de enero, fue, por momentos, igual.
Llegado al mundo del Athletic en 2016, su nombre era uno de esos que se vinculaban siempre al equipo rojiblanco pero que nunca llegaba a concretarse. Como Rubén Peña, después de muchas negociaciones, Morcillo llegó al lugar dónde debía estar y gracias a ello es, ahora, profesional. Con 23 años, el futuro blanquivioleta suma 37 partidos y apenas 1.500 minutos en la élite por todo lo que le costó llegar a Lezama.
Costosa evolución
Destacando desde bien pequeño cuando formaba parte de las categorías base de la Sociedad Deportiva Amorebieta, Morcillo no se vinculó con el Athletic hasta que el 20216 firmó por el Club Deportivo Basconia. Pese a ser una de las promesas más reputadas del País Vasco tuvo que jugar dos años en Tercera con el filial rojiblanco para, con 20 años, dar el salto al Bilbao Athletic.
Ensombrecido por jugadores más llamativos y potentes físicamente, a Morcillo, incluso, le costó hacerse fuerte en el filial bilbaíno. Una discreta primera temporada dio lugar a su explosión y salto al primer equipo. En la pasada campaña, Morcillo tuvo mucho peso para Marcelino García Toral.
Nuevo obstáculo
Sin ser relevante ni importante sí que tuvo un peso destacado en el equipo y lo tuvo gracias a 36 partidos oficiales. Cerrando la temporada con ocho titularidades consecutivas, la presente campaña ha recordado mucho a por qué Morcillo tuvo tan complicado y complejo llegar a la élite. La suya ha sido una carrera con varios obstáculos y el último tiene nombre propio: Nico Williams.
La irrupción del pequeño de los hermanos ha desplazado a Morcillo. Con sólo siete suplencias y apenas 47 minutos, Morcillo se ha visto perjudicado en el juego pero no tanto en la confianza. Citado por Marcelino para todos los encuentros ligueros de la temporada, el poco rodaje le ha obligado a analizar la situación como la opción para un descanso de San Mamés.
Ahora no es el momento para triunfar en su casa. No es la etapa de cumplir su gran sueño. Ésta es la fase de salir de casa y buscar en LaLiga SmartBank el peso y la relevancia que inviten a que se le vuelva a ver como el activo que debe estar sí o sí en San Mamés, como ya le ocurrió en 2016.