Jaime, en la recámara

Las lesiones y sanciones vuelven a perseguir al Real Zaragoza. Para la cita en Ponferrada, quizá con más saña. Dos jugadores que atraviesan por un momento dulce se perderán el choque en El Toralín. Hinestroza, con un esguince en el ligamento colateral de la rodilla izquierda, tiene para un mes de baja. Lanzarote, por su parte, tendrá que cumplir ciclo de amarillas. En la recámara, por si hiciera falta en algún tramo del encuentro, aparece una alternativa: Jaime Romero. 

El extremo apenas ha podido participar esta temporada. El jugador manchego, al poco de comenzar la temporada, sufrió una grave lesión en la rodilla. Nada menos que una triada. Eso le ha mantenido alejado de los terrenos de juego desde el pasado mes de septiembre. En ese plazo de recuperación, el atacante blanquillo solamente ha tenido un objetivo en su cabeza: volver a jugar este curso. 
Hace ya varias semanas que está entrenando con el grupo. Una buena noticia que se vio frenada hace tres semanas cuando una inoportuna rotura de fibras le hizo parar de nuevo. Pero Jaime no se rinde y ha vuelto a reincorporarse -otra vez- a la dinámica de grupo. De hecho, en el entrenamiento de este miércoles ha sido uno de los hombres más activos y participativos. 
La oportunidad de Jaime puede llegar este próximo fin de semana. El duelo ante la Ponferradina, por el escenario que rodea a la plantilla del Real Zaragoza, puede suponer que el atacante se convierta en una opción sorpresa para Lluis Carreras. Algo así como una bala inesperada en la recámara. Y es que sin Hinestroza ni Lanza, solamente Pedro se dibuja como jugador específico en la banda. Y ahí es donde aparece Jaime. Seguramente no como titular; pero sí como gran revulsivo.