Un equipo en descomposición

El Real Zaragoza firmó en la 2016/17 la que posiblemente se puede considerar como la peor temporada del club aragonés a lo largo de su historia. Una campaña deficiente a nivel colectivo que se ha reflejado también en el destino individual de la mayoría de futbolistas, cuyo presente se encuentra lejos de la capital del Ebro.
De aquella plantilla, que llegó condicionada por el desastre de Llagostera y cuyo rendimiento acabó cayendo en picado hasta rozar el descenso, apenas quedan un puñado de jugadores, la mayoría canteranos cuyo paso por el equipo la pasada temporada apenas tuvo relevancia. Suenan los de Ratón y Pombo, como jugadores con peso durante diferentes fases o los de Guti, Raí y Lasure, cuya presencia fue puramente testimonial. Además, dos veteranos con peso en el vestuario como Zapater y Javi Ros, que mantienen el mando del timón del Real Zaragoza.
Una plantilla aquella de la que hasta tres jugadores acabaron colgando las botas al final de la temporada: Cani, Saja y José Enrique. Por otro lado, un buen número de los futbolistas que vistieron de blanquillo hace apenas un año viven ahora una experiencia exótica en alguna liga menor en países de escasa cultura futbolística. Es el caso de Marcelo Silva y Rolf Feltscher, ambos en Estados Unidos -en el Real Salt Lake y LA Galaxy, respectivamente-; así como de Irureta, Lanzarote, Edu Bedia y Edu García, todos ellos disputando la Liga India. Otros destinos, ya dentro de Europa, han sido Austria para Bagnack; Grecia para Casado y Erik Morán (previo paso por Leganés); la Segunda turca para Samaras y su Rumanía natal para Razvan Popa.
En España permanece otro grupo amplio de jugadores, la gran mayoría en Segunda división y en equipos que mantienen la rivalidad con el Real Zaragoza, en la parte baja de la clasificación. A la Cultural se marchó Isaac Carcelén; al Nàstic Dongou y en el Almería militan en la actualidad Juan Muñoz y Fran Rodríguez. Un peldaño por debajo, en 2ª B los ejemplos de Barrera, en el Extremadura y el recién estrenado Xumetra en el Olot. Además, Xiscu en el Murcia y Buenacasa en el Barakaldo tratan de hacerse un hueco en el futbol profesional tras una temporada de altibajos en el Real Zaragoza.
En el extremo contrario a todo lo anterior se podrían situar Cabrera y Ángel, ambos actualmente en el Getafe. En el caso del defensa uruguayo, tras un paso por el Crotone italiano lleno de dudas y escasas oportunidades, ha sido rescatado por Bordalás para reforzar la defensa del equipo azulón. El mismo en el que Ángel es todo un ídolo. Pese a no contar con oportunidades en el inicio, sus buenas actuaciones, coronadas con goles (8), le han convertido en un fijo en un recién ascendido que lucha por evitar problemas y se mantiene en la zona media de la Primera división.
Una quema de la que hay poco que salvar y en la que no se libran ni tan siquiera los entrenadores. Hasta tres pasaron por el banquillo del Real Zaragoza la pasada temporada, de los cuales, apenas César Láinez es recordado desde una óptica positiva. El aragonés volvió a su lugar de origen, el Deportivo Aragón, con el que no ha hallado todavía la tecla que permita al filial competir con garantías en la categoría de bronce. Por su parte, el primero de los tres, Luis Milla, firmó como seleccionador de Indonesia, equipo con el que apenas ha disputado un puñado de amistosos -un total de 6 con 2 victorias, 2 empates y 2 derrotas, la última ante la mundialista Islandia (1-4)-. Por último, Raúl Agné, cuyo presente también es exótico y con destino en tierras asiáticas. En la actualidad dirige al NMG Zhongyou de la Segunda división china, que comenzará en breve su temporada.
Se evidencia así el escaso recorrido de la plantilla que llevó al Real Zaragoza a tan pobre situación y los errores de planificación que condenaron a los blanquillos a la peor temporada de su historia.