El recuerdo especial de Jorge Pombo
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Si hay un comienzo para todo, el del gran momento que atraviesa este año Jorge Pombo tal vez estuvo hace exactamente una vuelta, cuando el Real Zaragoza recibió al Rayo Vallecano en La Romareda. El conjunto aragonés, tras un buen comienzo de temporada, atravesaba una horrible racha que había encendido todas las luces de alarma. Acumulaba cuatro partidos sin ganar y venía de caer con estrépito ante el Huesca en El Alcoraz, una derrota que escoció mucho. Aquel fin de semana Natxo González ya comenzaba a ser puesto en duda, y el rival, el Rayo Vallecano, no parecía el mejor para salir de la crisis.
Si el momento era malo para el Real Zaragoza, peor quizás estaba Jorge Pombo. El canterano no era capaz de entrar en el once titular. Sólo había empezado de inicio tres partidos, y venía de una muy mala racha. Sus dos últimos partidos habían sido ante Osasuna, cuando fue expulsado, y la comentada derrota en el derbi aragonés. Por eso, cuando entró en la segunda parte al campo sustituyendo a Ínigo Eguaras, hubo un cierto murmullo desde la grada. El Real Zaragoza iba ganando 2-1 a los vallecanos, pero Trejo empató poco después. El drama amenazaba otra vez a los blanquillos.
Fue entonces cuando Pombo logró demostrar todo el fútbol que lleva dentro. Tras robar en el centro del campo, levantó rápidamente la cabeza y vio a Borja Iglesias entre los dos centrales rivales pidiéndole el balón. Con la defensa rayista desordenada, el ariete gallego recibió el esférico, entró en el área y llegó casi hasta la línea de fondo. Atrás, a toda velocidad, llegaba un Pombo que había visto genial la jugada. El zaragozano colocó el cuerpo para asegurar fuerte con el interior y marcar a bocajarro. Un gol liberador, de calidad, de difícil ejecución en un momento crítico. Fue el tanto de una victoria que evitó un hundimiento que hubiera sido muy difícil de sobrellevar, sobre todo porque el Real Zaragoza tardaría en encontrar su mejor versión hasta enero.
El resto de la historia es ya conocida: Pombo ha ido entrando en la titularidad y creciendo hasta hacerse uno de los fijos de Natxo. Aquel gol fue además el primero de los cinco que ahora mismo lleva.