Víctor Fernández, entre el pasado y el presente del Real Zaragoza
Es 10 de mayo, una fecha recordada por los zaragocistas, que no olvidan que un día como el de hoy pero en 1995, el equipo se alzaba con su último título europeo hasta la fecha. Una Recopa que llegó además gracias a un gol inolvidable de Nayim que puso el nombre del Real Zaragoza, entonces comandado por Víctor Fernández, en lo más alto del fútbol mundial.
Y es que si hay una voz autorizada para hablar del equipo blanquillo es precisamente la del técnico aragonés, que ha atendido a ElDesmarque para hablar de esa noche histórica. Dirigió al Real Zaragoza en dos etapas distintas, con especial incidencia en la primera, en la que sacó al club de la depresión, salvando incluso el descenso en la promoción frente al Murcia, para llevarlo a lo más alto, a una Recopa que nadie olvida “siempre recuerdo esa fecha con mucho cariño porque la tengo grabada en el corazón. Ahora con la redes sociales es normal que haya más recuerdos y que tengamos presentes más imágenes y momentos del partido y de la celebración".
Incluso para él, todavía hay margen a la sorpresa, pese a vivirlo con protagonismo y tras veintitrés años, aún se pueden descubrir secretos de aquel día “precisamente este año me han llegado imágenes que no había visto todavía porque me han mandado unos DVDs y en estos días previos he repasado todo lo que sucedió y fue maravilloso. Ya han pasado 23 años y parece que fue ayer”.
Por supuesto, Víctor Fernández no pierde de vista al actual Real Zaragoza, el de Natxo González, un equipo al que mira con la esperanza de volver a la máxima categoría “el Zaragoza me está gustando mucho esta segunda vuelta y llega muy fuerte al tramo más decisivo de la temporada. Creo que es un equipo muy solidario, que sabe sufrir y que ha encontrado un estilo de juego propio. Veo a jugadores que están en un buen momento pero sobre todo veo que es una piña con la afición y eso es tener mucho ganado. Me dijeron que La Romareda parecía una de las noches de la Recopa el pasado sábado”.
