Dorado, pendiente de diagnóstico y de renovación
El pasado lunes dejó una nueva víctima de problemas físicos en el Real Zaragoza. Toda una plaga durante la temporada que en esta ocasión se llevó por delante a Chechu Dorado, que tras apenas quince minutos de juego tuvo que dejar su lugar a Álex Muñoz después de sentir un pinchazo en el tríceps de su pierna derecha.
En estos momentos, después de la jornada de recuperación del equipo y una más de descanso, el central andaluz se encuentra pendiente de pruebas que confirmen el diagnóstico de una lesión que apunta a ser una rotura fibrilar. Una lesión que cortaría la progresión del jugador, que había formado como titular en los últimos encuentros del Real Zaragoza y que bien podría condicionar su futuro como jugador del equipo blanquillo.
Porque Dorado llegó el pasado mercado invernal al Real Zaragoza, equipo en cuyo filial había militado, para reforzar una zaga que requería del punto de veteranía que podía otorgar un jugador de 37 años con una dilatada trayectoria, tanto en LaLiga 1|2|3 como en LaLiga Santander. El andaluz logró salir del Rayo Vallecano para recalar en el conjunto aragonés por lo que resta de temporada, con el condicionante de una renovación automática que llegaría tras la disputa de 13 encuentros.
Un camino en el que Dorado avanzaba con paso firme después de seis titularidades consecutivas que se vieron cortadas de raíz en Son Moix. Espera ahora el central conocer el alcance de la lesión que sufre, no sólo por el deseo de ayudar al Real Zaragoza en el tramo final de la presente campaña sino también por la posibilidad de continuar la próxima temporada. Para ello, el futbolista cordobés deberá disputar al menos otros siete partidos, misión difícil aunque no imposible en función de la dolencia que sufra teniendo en cuenta que quedan apenas diez encuentros por disputar.
