Grippo ve la luz al final del túnel 271 días después
Simone Grippo fue una de las ausencias destacadas en el Real Zaragoza durante casi todo el curso pasado. El central suizo, que cayó lesionado de gravedad en el duelo ante el Granada, ha recibido el alta médica nueve meses después tras un largo periodo de trabajo para recuperarse del todo.
Ni media hora de juego había transcurrido cuando el defensor blanquillo se quedó clavado después de que Álvaro Vadillo se zafase del central, en una jugada peligrosa por banda en la que casi acaba en gol para los nazaríes. Instantes después, el central se fue al suelo tocándose su rodilla derecha con grandes gestos de dolor.
Los peores augurios se confirmaron: Grippo se produjo la rotura del ligamento cruzado de su rodilla derecha y, por lo tanto, tenía que pasar por el quirófano.
Aquel 28 de noviembre comenzó su cuenta atrás para estar de nuevo junto al equipo aragonés y, desde entonces, el central no ha parado de trabajar intensamente para recuperarse de su grave lesión.
En este largo tiempo recuperándose, Simone Grippo vio cómo el Real Zaragoza tuvo un gran gesto con él: renovarlo un año más, hasta el 30 de junio de 2020.
Antes de esto, el contratiempo en forma de lesión obligó a la secretaría técnica blanquilla, con Lalo Arantegui a la cabeza, a fichar antes del mercado de invierno a un central como Alberto Guitián.
Nueve meses después de aquel fatídico partido ante el Granada en La Romareda, el central suizo ha visto la luz cuando los servicios médicos del Real Zaragoza le han dado oficialmente el alta médica.
271 días después, Grippo vuelve a sonreír y forma parte de una citación del conjunto zaragocista. El técnico zaragozano Víctor Fernández irá comprobando poco a poco su adaptación y la primera piedra de toque será un duelo amistoso frente al Nástic de Tarragona.
