Caída libre sin Dwamena y Vigaray

El 15 de septiembre fue la última vez en la que Vigaray pudo completar los 90 minutos de un partido. Fue en la victoria por 3-1 ante el Extremadura. Desde entonces solo ha podido disputar 58 minutos ante el Lugo, donde quedó tocado, y 20 en su fugaz reaparición frente al Cádiz, donde volvió a caer lesionado.

El 6 de octubre fue la vez final en la que La Romareda pudo ver a Dwamena defendiendo el escudo del león. Tras esa derrota ante el Cádiz, al delantero ghanés le detectaron problemas de corazón, lo que impidió que pudiera volver a vestirse de corto. A su vez, trastocó mucho las ideas de Víctor y el ataque del conjunto aragonés.

El partido frente al Cádiz, fatídico

Desde aquellos inicios de octubre, el Real Zaragoza parece estar cuesta abajo y sin frenos. En ese mismo partido, el cuadro de Víctor Fernández perdió. No obstante, al siguiente enfrentamiento parecían no tener tanta importancia esas dos bajas, ya que se venció por la mínima al Numancia. Después, dosis de realidad: tres dolorosas derrotas que dejan tocado al cuadro blanquillo.

Algo habrán tenido que ver en esos resultados y, más peligroso aún, en esa imagen que va mostrando el Real Zaragoza las bajas de Vigaray y de Dwamena. Desde que el lateral tuvo que pasar por la enfermería, el equipo zaragozano ha mostrado todas sus carencias defensivas, dejando únicamente la portería a cero en Los Pajaritos de los siete encuentros en los que el madrileño no ha podido jugar.

Respecto al ataque, la baja de Dwamena ha afectado y mucho al equipo. Y si no, que se lo digan a Luis Suárez. El colombiano tenía en el ghanés la pareja perfecta para tener mayor libertad. Desde el tres de octubre, Luis Suárez no ve puerta. Pero lo que es peor, es que el juego del equipo ya no encuentra a nadie que hiciera esa función que tenía Dwamena. Quizás, no marcaba tantos goles como se les demandan a los delanteros, pero su labor era trascendental para el bien del equipo.

Sin recambios de garantías

Desde hace casi tres semanas, el club conoce el problema cardíaco de Dwamena, pero todavía no ha dado soluciones ante tal cuestión. Víctor ha confesado en El Molinón que sabe que la directiva está tratando de traer un sustituto para el ataque, pero, a su vez, que es muy complicado que venga alguien que pueda hacer la función del ghanés igual que él.

Por eso, tanto el propio cuerpo técnico, como los jugadores, como, sobre todo, la afición, están preocupados por el devenir del equipo. La ausencia de un delantero referencia, como lo era Dwamena, provoca que el Real Zaragoza no se encuentre a sí mismo y siga bajando puestos en la tabla. Respecto a Vigaray, Víctor ha confesado que se le espera para el próximo partido.