Galletti y el recuerdo de la última gran gesta del Real Zaragoza

Llega el Real Madrid al estadio municipal de La Romareda. Lo hace el equipo blanco en eliminatoria de Copa del Rey, como el recuerdo de tantas noches de gloria que quedaron por el camino. Mientras el Real Zaragoza busca recuperar el brillo de compartir la élite del fútbol español con tanto equipo grande con el que siempre se codeó por un puesto en la parte alta de la tabla, se rememoran viejas gestas, la última, la protagonizada por Luciano Martín Galletti en la Copa de 2004.

Una temporada que no había sido precisamente brillante para el Real Zaragoza. Tras lograr el ascenso con Paco Flores, el entrenador catalán fue despedido tras veinte jornadas, con el equipo metido en zona de descenso. En su lugar llegó Víctor Muñoz. Para entonces, el conjunto aragonés ya había superado tres eliminatorias, frente al Mirandés y al Salamanca a partido único y al Betis en doble enfrentamiento.

El debut de Muñoz se produjo en Copa, en el Camp Nou. Donde apenas diez días antes se había caído por 3-0, en esa ocasión se ganaba, gracias a un solitario gol de Villa. En la vuelta, resistía el equipo blanquillo con un gol de Yordi casi sobre la bocina para el 1-1 que le daba el pase al Real Zaragoza. Las semifinales fueron frente al Alavés, entonces en Segunda, y en una eliminatoria con poco brillo se logró alcanzar la final por el valor doble de los goles lejos de casa, gracias al 1-1 de Mendizorroza que llevó entonces la firma de Savio.

Se llegaba así a la final, que tendría como colofón enfrentarse al Real Madrid, posiblemente en una de las mejores versiones de su historia. Llegaba además el conjunto merengue escocido después de haber caído dos años antes en la final de El Bernabéu a manos del Deportivo de La Coruña en la celebración del centenario blanco. Cuatro días antes, el Real Zaragoza envió el primer aviso, cosechando un empate en el coliseo madrileño, 1-1 con goles de Toledo para los aragoneses y Portillo para el equipo madridista.

Gesta frente al Madrid de 'Los Galácticos'

Sobre el césped de Montjuic, Carlos Queiroz no escatimó en recursos, luciendo toda una pléyade de estrellas, similar a la que una temporada antes había levantado la Champions y la Intercontinental. Nombres como los de Roberto Carlos, Zidane, Figo, Beckham o Raúl frente a un Real Zaragoza en el que destacaba el talento joven de futbolistas como Milito, Ponzio, Cani o Villa, combinados con la veteranía de los Savio, Movilla o Dani.

Fue el Real Madrid el que golpeó primero. Un disparo impecable de Beckham de falta ponía por delante al equipo madrileño. Apenas seis minutos después llegaba la respuesta. Dani controlaba un balón en el área para fusilar a César y subir el 1-1 al marcador. Antes del descanso los aragoneses le darían la vuelta al electrónico gracias a un gol de Villa. Y Roberto Carlos, nuevamente a balón parado, sería el encargado de volver a igualar la contienda. Se llegaba así a la prórroga. El Real Zaragoza acumulaba minutos con uno menos tras la expulsión de Cani en el minuto 67, circunstancia que se igualó en el tiempo añadido con la roja a Guti en el 95.

Era tiempo para la épica y ahí apareció ‘El Hueso’. Galletti, que había partido como suplente y mantenía aún cierta frescura, se sacó un latigazo inesperado desde 25 metros que, tras botar delante de la portería, volvía a superar a César para desatar la locura sobre el césped y sobre todo, en la grada abarrotada de aficionados aragoneses desplazados a Barcelona. Se alcanzaba así la gloria, gracias a una de las mayores y más recordadas gestas llevadas a cabo por el Real Zaragoza a lo largo de la historia.

Una conexión entre el pasado y el presente del club aragonés, que pretende ahora volver a reverdecer aquellos viejos laureles y que tratará de volver a sorprender a un Real Madrid que se presenta, sobre el papel, netamente superior a los blanquillos.