Oro en Anduva

Nunca fue conocido el Ebro por ser un río prolífico a la hora de encontrar oro en sus aguas. Sin embargo, el Real Zaragoza puede hallar algo más que tres puntos remontando las aguas del río, apenas a unas horas de la capital aragonesa. Será en Miranda, donde espera el estadio de Anduva, cuya mística está viviendo en esta temporada sus horas más altas.

Los blanquillos deberán luchar a contracorriente. Por una parte porque rinden visita a uno de los equipos que menos derrotas ha concedido como local – tan sólo una y fue en la segunda jornada –, por otra, porque este es un partido inesperado, a destiempo, el desenlace de una historia que debió disputarse un mes atrás, cuando la intensa lluvia obligó a aplazarlo.

Desde entonces, ambos equipos han visto alterada su realidad. El Mirandés ha conseguido, por mérito propio, colarse en las semifinales de la Copa del Rey, una competición que centra la atención del equipo burgalés, que se encuentra a las puertas de una ocasión histórica. Por eso, su entrenador, Andoni Iraola, no piensa en forzar jugadores, con la mente puesta en la vuelta frente a la Real Sociedad, un partido al que llegan muy vivos. Todo lo contrario para el Real Zaragoza, que a fuerza de ganar solidez se ha convertido en candidato a todo, del ascenso directo a luchar por el campeonato y que tiene en Anduva una prueba más de madurez para un grupo armado a prueba de bombas.

Tres puntos que caerán del lado de quien cometa menos errores, una asignatura en la que el equipo blanquillo parece haberse licenciado durante las últimas semanas. La gran duda sobre la capacidad competitiva del Real Zaragoza frente al Mirandés será la de ver cómo reacciona el equipo ante la ausencia de Luis Suárez, lo que supondrá la enésima reinvención del equipo de Víctor. Una más, a buen seguro que no será la última, pero que debe servir para encontrar un puñado de puntos de oro a orillas del Ebro.