Linares y la angustia por su mujer enfermera
Nadie escapa de la situación provocada por el coronavirus. Tampoco los futbolitas. Algo que sabe bien el delantero aragonés del Real Zaragoza, Miguel Linares. El de Fuentes de Ebro cuenta cómo ha logrado sobrellevar la cuarentena conviviendo junto a su mujer, enfermera, situada en el frente de la batalla ante la COVID-19.
Una situación de tensión que, según explica Linares, se ha ido superando poco a poco, "al principio vives con el susto en el cuerpo cada vez que se iba a trabajar por saber cómo vendría. Apenas tenían protección y la verdad es que es una situación extraña y difícil pero ahora ya llevamos un mes y vemos que los resultados se van notando por la cifras que está dando el Gobierno. A la vez yo estoy tranquilo porque cada vez que mi mujer va y viene lo hace bien y no muestra ningún síntoma así que, por ahora, contento".
Tras más de un mes de encierro, el delantero blanquillo reconoce que, no sin dificultades, ha sido capaz de adaptarse, "Es una situación que no habíamos vivido nunca y en la que no sabíamos cómo íbamos a reaccionar. El agobio del principio es inevitable y dices ¿cómo voy a estar 15 días sin salir de casa?, pero ahora llevamos un mes. Es lo que tenemos que hacer para cortar este virus que se propaga con tanta facilidad y contra el que todos estamos poniendo de nuestra parte".
Además, el aragonés pone en valor las pequeñas cosas y la importancia de la rutina, pese a todo "Nos quejamos de la rutina muchas veces porque te cansa pero ahora nos damos cuenta de que éramos afortunados por tener cualquier rutina como poder ir a tu trabajo, fábrica o colegio. Era lo mejor que nos podía pasar y nos estamos damos cuenta ahora de que hay que aprovechar ese momento".