A alejar los fantasmas en tierra de meigas

El primer partido de la mal llamada nueva normalidad supuso un duro mazazo para las aspiraciones del Real Zaragoza. El equipo aragonés tuvo el encuentro ante el Alcorcón dominado, pero una serie de errores puntuales le costaron acabar goleado y con la moral por los suelos después de tres meses de inoportuno parón.

Una derrota que trastocó los planes del equipo blanquillo, que había advertido de la importancia de comenzar bien en la reanudación de LaLiga SmartBank, sabedor de la dificultad que entraña volver a la competición tras tanto tiempo y con la obligación de luchar hasta el final por conseguir el objetivo del ascenso. Sin embargo, esta liga exprés no da lugar a las lamentaciones y la oportunidad de redimirse le llega al Real Zaragoza en apenas 70 horas.

Tiempo en el que Víctor Fernández y su equipo de trabajo habrán usado para localizar los problemas que acusó el conjunto aragonés ante el Alcorcón y que deberá corregir frente al CD Lugo, otro equipo correoso y que llega a la cita del Anxo Carro con la necesidad de los puntos para evitar el descenso y con la moral intacta tras superar en su compromiso previo al Racing de Santander.

Y así, con un puñado de bajas importantes pero sin excusas ni tiempo para las lamentaciones, el Real Zaragoza afronta su choque en Lugo con la obligación de ganar para alejar los fantasmas que pudieran surgir de no lograr los tres puntos y, de paso, para mantener a raya a los perseguidores, Almería y Huesca, que iniciaron esta andadura metiendo presión. Porque como sugirió Víctor Fernández, “nadie dijo que fuera a ser fácil”.