El Real Zaragoza afrontará este fin de semana su segundo encuentro de LaLiga SmartBank. Lo hará en el estadio de Santo Domingo, en Alcorcón, donde Rubén Baraja espera poder sumar su primera victoria como técnico blanquillo en un partido que se presume cerrado y difícil frente al conjunto madrileño.
En rueda de prensa, el entrenador del equipo aragonés ha reconocido que esta semana le ha servido en varios frente, por una parte, “tratando de recuperar gente que teníamos fuera por lesión”, mientras que por otra, “acabando de configurar la plantilla”.
La peor de las noticias ha sido la lesión de James Igbekeme, que se encontraba dispuesto para volver al equipo pero que ha sufrido una pequeña lesión muscular que “lo va a dejar fuera unos 10 o 12 días más o menos”. De cara al encuentro ante el Alcorcón, Baraja también se encuentra pendiente de la resolución sobre la amarilla de Nieto y de la inscripción del último fichaje, Gaizka Larrazabal.
Entre los nombres propios que maneja el técnico, se encuentran otros dos que no estuvieron en el primer partido, frente a la UD Las Palmas, “Luca (Zanimacchia) ya está bien y Bermejo está en la recta final de su recuperación. Pensamos que sería demasiado arriesgado que estuviera para esta semana”. Baraja asegura que “tomar riesgos es innecesario en este momento” y añade que “es mejor perder a un jugador un partido que luego perderlo cinco”.
De entrar en la convocatoria, Baraja cree que Larrazabal aporta algo con lo que no contaba el equipo, “Gaizka nos va a dar algo específico de banda”. Además, también podría haber novedades con jugadores como Jair, del que ha dicho que “los dos últimos días lo ha hecho todo con normalidad. Pensamos que está en disposición de estar en la lista de convocados y poder jugar” o Gabriel Fernández, “va asimilando detalles. En cualquier momento puede entrar en el once”.
Todo ello para un encuentro en Santo Domingo que Baraja anuncia “muy cerrado, con pocas ocasiones” frente a un Alcorcón que define como “un equipo que nos va a llevar a tener que estar muy finos con el balón”. Para el entrenador del Real Zaragoza la clave es “igualar su intensidad” además de “desconectarlos a través del balón”. Una misión para la que se requiere “tener continuidad en el juego” algo que no logró en el primer partido de la temporada.