Pacheta, el deseo blanquillo, acaba en Huesca
El Real Zaragoza ha vivido una primera vuelta llega de contratiempos. Los aragoneses iniciaron la temporada con mal pie, lo que obligó a la toma de decisiones de forma urgente, llevándose por delante a dos entrenadores, Rubén Baraja e Iván Martínez, así como al director deportivo, Lalo Arantegui.
Las dificultades deportivas del club se unieron a las ya habituales en el terreno económico, provocando toda clase de rumorología. Así, a la hora de buscar recambios para el banquillo, aparecieron nombres de forma recurrentes, entre los que dos sobresalieron sobre el resto, los de Víctor Fernández y José Rojo Martín, Pacheta.
En el caso del técnico aragonés, ya se conocieron las razones de su negativa a hacerse cargo del equipo en su momento, desmintiendo a Lalo Arantegui primero y al presidente Lapetra después. Algo diferente fue el caso de Pacheta, cuya negativa trascendió, aunque los motivos no acabaron de quedar claros, bien por altas pretensiones económicas o simplemente por el deseo de volver a entrenar en LaLiga Santander, un derecho legítimamente adquirido tras lograr el ascenso con el Elche.
Después de meses sin trabajar, Pacheta vuelve ahora al banquillo y lo hará cerca de Zaragoza. Será el sustituto de Míchel Sánchez en la SD Huesca, con la misión, no exenta de dificultad, de lograr la salvación para el equipo oscense, que aparece como colista destacado apenas a un partido de finalizar la primera mitad de la campaña.