La temporada en la que el Real Zaragoza se asomó al abismo
El Real Zaragoza finalizó la temporada goleado por el CD Leganés. Un resumen en apenas 90 minutos de lo que ha sido un curso fallido, salvado por los pelos y en el que bien pudo consumarse la tragedia de un nuevo descenso de categoría.
Los aragoneses iniciaron el curso mal. Con Rubén Baraja a los mandos, el equipo blanquillo hacía aguas, mostrando las carencias de la última plantilla elaborada por Lalo Arantegui, especialmente en la parcela ofensiva. El paso de Iván Martínez por el primer equipo supuso un hundimiento definitivo que obligó a tomar medidas de urgencia, lo que en el mundo del fútbol se traduce en la sustitución del entrenador y el director deportivo.
Fue la dupla Torrecilla-JIM, con especial protagonismo para el técnico, la que ha servido para salvar al Real Zaragoza. Unos números extraordinarios, cercanos a los de los mejores de la categoría, han logrado dejar a los aragoneses en LaLiga SmartBank incluso con dos jornadas de margen para el final del campeonato.
Sin embargo, la presente ha sido, posiblemente, la temporada en la que se ha sentido más de cerca la amenaza del descenso. Una situación precaria en la que los blanquillos han pasado prácticamente media liga. Algo que también se traslada a los números. A nivel de puntuación ha sido la peor campaña, con apenas 50, los mismos que se lograron en la 2016/17, cuando fue César Láinez el encargado de evitar el desastre. Precisamente aquella aparece como peor temporada, pues el equipo acabó en 16ª posición, por la 15ª de esta campaña.
Un curso que bien podría catalogarse como muy deficiente y que debería llevar a una profunda reflexión en el seno del Real Zaragoza cuyo objetivo debería ser, al menos, el de tratar de luchar por ocupar posiciones en la parte alta de la tabla tratando de honrar así, como mínimo, la historia del club.