Se decide el futuro del Real Zaragoza: semana decisiva para el cambio de propiedad
El Real Zaragoza está a la espera de que esta próxima semana se pueda concretar el cambio de propiedad que parecía que se iba a realizar en la presente, pero que finalmente no se concretó.
El acuerdo con la sociedad Spain Football Capital, de reciente creación y que tiene como caras visibles a los hermanos Alejandro y Carlos Álvarez del Campo, hijos del periodista Carlos Luis Álvarez 'Cándido', junto al abogado barcelonés Francisco Domínguez Otero, pero con varios inversores europeos y latinoamericanos más en la sombra, parece estar próximo ya que solo restarían algunos puntos por concretar para hacerse con el paquete accionarial mayoritario.
Limar esas diferencias es lo que se va a intentar en la próxima semana para que el desembarco de la nueva propiedad se produzca cuanto antes y pueda ponerse a trabajar dado que antes de que finalice este mes el club tiene que realizar varios pagos como el de Hacienda y el convenio de acreedores.
En principio, parece que debería ser este grupo el que cerrarse el acuerdo para el traspaso de poderes, aunque si se diera el caso de que finalmente no se concreta la operación existe otro que estaría interesado en hacerse con la propiedad del club y que estaría a la espera de las negociaciones actuales.
La mayor parte de las acciones del Real Zaragoza están en poder de la Fundación Zaragoza 2032 desde el 2014, cuando llegó para salvar al club de lo que parecía una desaparición segura.
La Fundación posee el 91,26 % del capital. El expresidente de Telefónica César Alierta cuenta con el 49 % de las acciones y su sobrino Fernando Sainz de Varanda con el 1,56 %, lo que supone que entre ambos llegan al 50,56 % y tienen la mayoría del club.
También forman parte de la Fundación, con un número menor de acciones, la familia Yarza, Carlos Iribarren y Juan Forcén, con un 13,46 % cada uno de ellos, mientras que el resto corresponde a accionistas minoritarios.
En esta historia hay algo que se me escapa a la comprensión. Se parece cada día más a un querer y no poder. Hemos pasado de hace unos meses a que todo el mundo se rifaba al Real Zaragoza a que a la hora de la verdad todo se desvanece. Esperemos no se hagan locuras y no se deje el club en manos de grupos o inversores indeseados. Se podría pensar en que el club volviera a las manos de los abonados en forma de socios y propietarios. Esto era así antes de la compra de Solans. Una derrama no muy cuantiosa arreglaría la tensión de caja durante dos años al menos. Y a una mala, si las condiciones de los compradores son inaceptables, podríamos considerar el viejo dicho de "que más vale malo conocido, que bueno por conocer".
Está demora está perjudicando muchísimo a la planificación deportiva del equipo. Todo está paralizado y así no se puede trabajar. Parece que tenemos el enemigo en casa. Ya está bien, hay que ser más serios y responsables con esté club. Y si tienen dudas, qué se echen a un lado que no son los únicos interesados. Está semana tiene que ser la definitiva.