El próximo domingo el Real Zaragoza volverá a la localidad madrileña de Fuenlabrada para medirse al equipo local en el estadio Fernando Torres. Precisamente el lugar en el que se vivió una de las situación más extraña para los aragoneses durante los últimos años.
Era la primera temporada en la categoría del Fuenlabrada, que el 18 de septiembre estaba citado con el Real Zaragoza en su estadio. Una jornada que tenía que ser de fiesta, recibiendo a un histórico durante las fiestas patronales de la localidad.
Sin embargo, lo que tenía que ser, no fue. El conjunto madrileño solicitó el aplazamiento del encuentro debido a un proceso de gastroenteritis aguda que afectó a buena parte de la plantilla. Una dolencia que coincidió entonces con la suspensión del concierto de David Bustamante, que alegó también motivos de salud. Además, durante esos días, apareció también la foto de varios jugadores del equipo realizando una barbacoa.
Nunca se supo con exactitud el motivo de lo sucedido, pero aquel se convirtió en el primero de los encuentros suspendidos aquella campaña para el Real Zaragoza. Después llegaría la gripe en el Sporting y la lluvia en Anduva para el partido frente al Mirandés. Y todo ello antes de detener la competición a causa de la epidemia provocada por el coronavirus.
Quiere la casualidad que, apenas dos años después, el Real Zaragoza vuelva a Fuenlabrada en fechas similares, con las fiestas patronales en marcha –del 10 al 19 de septiembre– aunque no parece que esta vez vaya a haber excusa que impida la disputa del partido.