Espíritu de la Recopa: la superación del hincha del Real Zaragoza que pidió matrimonio en la banda del gol de Nayim

El fútbol trae consigo muchas veces anécdotas tan bonitas como la de Víctor Marcén Nebra. Él es uno de esos 'locos' por el Real Zaragoza, pero su historia es diferente, es especial: "En 2008 tuve que dejar el fútbol por una lesión medular". Ese año le diagnosticaron mielitis transversa amiotrófica de etiología desconocida.

Desde entonces siempre le acompaña una silla de ruedas y se vio obligado a cambiar el fútbol, que lo practicaba desde los ocho años, por el tenis en silla de ruedas: "El fútbol se ha quedado como un hobby el cual ver en la televisión o en el campo".

En 2013 comenzó a competir con El Olivar en el circuito profesional de tenis en silla de ruedas tras conocerlo años atrás en el Instituto Guttman donde le trataron. Sin embargo, de nuevo una lesión le obligó a parar: "En 2015 una nueva lesión, esta vez en forma de úlcera, hizo que lo dejara hasta que me pudiera recuperar y ahora estoy volviendo a jugar".

Su particular historia de amor con su novia y el Real Zaragoza

Víctor Marcén reconoce que "en la tripa de mi madre ya venía a La Romareda, o eso me han contado". Afirma que ha vivido de todo como aficionado blanquillo. Fue uno de esos afortunados que presenció en el Parque de los Príncipes aquel choque ante el Arsenal: "Pude ir a París en aquel tren infinito de 30 o 40 vagones que íbamos a 80 por hora. Nos costó cerca de 18 o 19 horas. Ese esfuerzo por el Zaragoza no se olvida".

Y tanto que no se olvida porque aprovechó un viaje en junio de 2019 con su novia a la 'ciudad del amor' para pedirle matrimonio: "Teníamos un viaje a París y no había mejor ocasión que en la ciudad en la que el Zaragoza consiguió su mejor título. Tuvimos la suerte de que el último día se podía hacer el tour por el estadio".

No se lo pensó dos veces y le sacó el anillo a la que desde entonces es su prometida. Todavía no han podido casarse por la llegada de la pandemia pero su historia merece ser contada. Una de esas locuras que solo se hacen por amor. Un sentimiento que Víctor Marcén Nebra tiene hacia su novia (y futura esposa) y hacia su equipo, el Real Zaragoza.