Una grieta en la muralla
El Real Zaragoza volvía a perder tras una racha de 13 partidos invicto que le permitieron soñar con los puestos nobles de la tabla. El Leganés conquistó una Romareda que veía que su equipo, un partido después, volvía a encajar dos goles. En Las Palmas no hubo problema porque los de JIM se llevaron los tres puntos, pero antes los madrileños no pudieron ni puntuar.
Cuatro goles encajados en dos partidos para el que era hasta entonces el segundo equipo menos goleado de la categoría. Solo por delante tenía al Almería. Ahora ya también está antes que él el Tenerife y empata a 15 goles encajados con Ponferradina y Oviedo.
Sigue siendo uno de los equipos que menos recibe pero la brecha abierta en estas dos últimas jornadas no es normal viniendo de una sólida defensa. En dos partidos ha encajado lo mismo que en los seis anteriores. Y solo había habido una ocasión esta temporada en la que le habían hecho dos goles: en la derrota en Valladolid.
Las diferencias en el Real Zaragoza
En estos dos últimos encuentros, Francés no ha jugado como defensa central. De hecho, ante Las Palmas no estuvo por la llamada de Luis de la Fuente para la sub 21. Mientras que ante el Leganés ya estuvo pero actuó como lateral derecho debido a la baja por sanción de Fran Gámez.
Otra variación en ambos encuentros fue en el lateral zurdo. Chavarría se marchó antes de tiempo del Gran Canaria, lesionado. El Real Zaragoza ya había encajado el primer gol, de Jonathan Viera. Después, anotó Benito, con Nieto sobre el césped. El canterano repitió ante los madrileños, con protagonismo claro en el primer tanto.
A pesar de estos dos 'stops' en el camino, el sistema defensivo de JIM ha quedado demostrado que funciona. Porque el Real Zaragoza desde que JIM llegó ha encajado una media de 0,92 goles recibidos por partido, teniendo en cuenta lo ocurrido la pasada campaña. Es decir, no llega a un gol recibido por partido el Real Zaragoza de JIM.