Encomendados a la Virgen
El Real Zaragoza cuenta con la fortuna esta semana de apenas tener tiempo para pensar en las penas del pasado. El equipo de Juan Carlos Carcedo viaja hasta Santander para medirse al Racing en busca de una victoria balsámica.
A falta de argumentos futbolísticos, el equipo aragonés parece encomendarse a la Virgen del Pilar en el día de su festividad, para lograr un triunfo que evite males mayores y aleje a los blanquillos de la zona de descenso.
Un Carcedo en la cuerda floja tirará de rotaciones para refrescar el equipo al tiempo que trata de encontrar el once que le de la estabilidad que no ha tenido el equipo hasta el momento, con probaturas que no han acabado de cuajar.
Enfrente, un Racing de Santander en franca mejoría y con confianza tras ganar al Levante, pero que todavía no ha podido celebrar como local. Los cántabros rotarán, en buena parte por obligación, ya que cuentan con hasta seis bajas; Gassama, Cedric, Unai Medina y Mantilla por lesión y las de Aldasoro y Juergen por sanción.
Posible once del Real Zaragoza
Entre los palos Cristian Álvarez es indiscutible. El eje de la zaga lo conformarían nuevamente Lluís López y Jair, en el lateral derecho Fran Gámez regresaría a la alineación en lugar de Larra, mientras que Gabriel Fuentes sigue como titular en la izquierda.
En la medular, Carcedo podría optar por un trivote con Petrovic como mediocentro posicional y Manu Molina y Francho de interiores. Este último regresaría así a su posición natural.
En el frente de ataque, Bermejo partiría por la banda derecha, Mollejo por la izquierda e Iván Azón, goleador en el último envite, en la punta de ataque.
Lo de este Zaragoza con nuevos dueños resulta irrisorio. Torrecilla , cuatrero ( perdón era cuartero 😆 ) y ahora la guinda cardedo. De chiste. Se nos ríen hasta los que no nos conocen.
Lleva muchos años abandonandonos la Virgen del Pilar. Este Zaragoza mal vamos su nos tenemos que encomendar a la Virgen, puesto que no tenemos buenos técnicos ni dirigentes capaces de poner a Zaragoza dónde se merece. Mucha retahíla, pero pocos hechos.