Curro (90+2')
Atienza (p.p. 89')
Los errores defensivos privan al Real Zaragoza de un triunfo asegurado
El Real Zaragoza tira por la borda dos ventajas y se deja dos puntos en El Plantío. Gaspar Campos niveló en tanto inicial de Jair Amador y cuando el encuentro parecía destinado a terminar 1-2 tras el autogol de Atienza, Curro empató en el 93’. El dominio de las áreas vuelve a lastrar en exceso a un equipo que hoy no dominó la propia.
Los primeros instantes del duelo en El Plantío conjuntaron la personalidad de un Real Zaragoza que piso área rival con frecuencia y la incomodidad del Burgos. Bermejo fue el más madrugador y en el primer minuto obligó a Caro a intervenir después de cabecear un centro desde la derecha. Con Mollejo y Simeone, de nuevo, en la punta de lanza, los balones al espacio eran un atajo ofensivo notable y, fruto de ello, el argentino pudo abrir el marcador. Ganó la posición a Elgezábal y se hizo hueco en el área, pero ante el guardameta local envió el esférico alto.
Precisamente, el propio Elgezábal tuvo que dejar su sitio a Zabaco en el 14’ por lesión. El Burgos deshizo el arreón inicial zaragocista con combinaciones a pocos toques y un equipo más largo. La tendencia viró y el cuadro castellanoleonés impuso su juego superado el ecuador de la primera parte. Pese a que no conseguían inquietar a Ratón, Mourad avisó con un chut desviado tras aprovechar un error de Fuentes en salida de balón.
El prototipo de partido que le ha llevado al Burgos a ser segundo al comienzo de la jornada se volvía a plasmar un día más. Ritmo bajo, ramplón y espeso. Los burgaleses se mostraban férreos en defensa pero inoperantes en ataque. De hecho, si un equipo poseía un plan en el último tercio, ese era el Real Zaragoza. La jugada más clara de peligro aragonés llegó desde las botas de Mollejo, al que Caro le negó el gol después de una gran presión de Simeone y un fallo notable de Atienza.
Lo alternativo del choque en cuanto a la posesión del esférico propiciaba que no hubiera un guion claro. El primer acto terminó con dos amonestaciones que condicionaban a jugadores importantes en la parcela defensiva de ambos equipos. Grau la vio primero por una falta en el centro del campo y, poco después, Atienza fue amonestado por detener un contragolpe comandado por Bermejo. Sin ocasiones, haciendo honor a lo que fueron los 45’, se llegó al descanso (0-0).
Segunda parte
Ni Generelo ni Calero movieron sus banquillos tras pasar por los vestuarios y la segunda parte tomó un cariz similar al de la primera. El Real Zaragoza, presente en campo rival, dominaba sin grandes alardes el partido. En el 48’, Larra se internó por la banda diestra y tras una buena maniobra disparó desviado. La ocasión del canterano del Athletic Club solo fue el anticipo de lo que estaba por venir cinco minutos después: Jair mandó al fondo de las mallas un gran servicio de Bermejo desde el lateral del área y puso por delante a los zaragocistas.
El Real Zaragoza sacaba réditos de la presión constante de Simeone y la falta que propicio el gol solo fue consecuencia de la insistencia del argentino. Ante la superioridad territorial y, ahora sí, en el marcador, Julián Calero agitó el choque con un triple cambio: Valcarce, Mumo y Artola reemplazaron a Mourad, Álex Bermejo y Navarro. Las modificaciones permitieron dar un paso al frente al Burgos, que encontró mediante Gaspar Campos el empate en el 65’. Matos encontró al ex del Sporting entre Lluís y Jair con un pase interior y el atacante fusiló a Ratón.
Acto seguido, Mumo vio la amarilla por una falta sobre Grau. Los locales nivelaron el electrónico y la balanza y su presencia en campo rival aumentó. El gol espoleó a un Burgos que se desplegaba con dinamismo a través de sus laterales. Generelo refrescó a falta de veinte minutos la medular y Petrovic sustituyó a un Jaume Grau amonestado. Al igual que contra el Málaga, el técnico valenciano buscó acumular jugadores por dentro y Vada fue la siguiente bala. El ‘11’ reemplazó a Larra y Bermejo pasó a la derecha.
El Burgos adelanto líneas en la presión y las dudas emergieron en la zaga zaragocista con errores no forzados. Sin atenazar al Real Zaragoza, los locales merodeaban el marco de Ratón con peligro. Ante el atosigamiento, Puche y Francho entraron en lugar de Zapater y Mollejo. Igualmente, en el 85’, Juan Hernández ocupo el sitio del goleador Campos. Precisamente, la reacción en ataque visitante llegó con un disparo flojo de Puche que Caro atrapó.
Petrovic vio la quinta amarilla en el 87’ por mano y antes de llegar al 90’, un contraataque de manual del Real Zaragoza terminó con un autogol de Atienza. Se abrió bien el conjunto aragonés y llegó con seis hombres al área rival en una muestra de ambición. El partido no se acabó aquí, pues Curro, de vaselina, empató el partido dos minutos después ante la estupefacción maña. La falta de intensidad y contundencia zaragocista condujo a los de Escribá a empatar un partido que tenían en el bolsillo. El encuentro terminó 2-2. Petrovic fue expulsado tras la finalización por protestar.
El Real Zaragoza se marcha de Burgos con sensación de derrota después de haber tenido el partido amarrado y en el bolsillo en pleno añadido. Los aragoneses, condenados a luchar por la zona baja con desconexiones inconcebibles en el fútbol profesional.
Cuando es la delantera que no marca goles es la defensa. Este Zaragoza no sabe jugar a ganar. Las ha tenido de todos los colores, con jugadores menos en partidos, con goles que marca adelantándose en el marcador, pero si no sabe mantener resultado pues a perder de todas todas. Este mal que padece este Zaragoza, es igual que cambie de entrenador pues hasta que no haya una revolución de jugadores que haya que cambiar pues no habrá resultados. Juegan al empate así no se puede salir del pozo. Una vez más echamos la temporada al traste. !! Seguimos avergonzados !!!