Del 2 de Radimov al 4 de Bebé: historia de dorsales ‘raros’ en el Real Zaragoza
Queda lejos el tiempo en el que los futbolistas se ordenaban sobre el césped del 1 al 11 y su dorsal correspondía casi de forma indiscutible a la posición que ocupaban sobre el campo. Ahora son otras las necesidades que acaban por marcar los dorsales que portan los jugadores.
Bien lo sabe el Real Zaragoza, que durante las últimas temporadas ha coleccionado una serie de extraños compañeros de viaje. Jugadores que, en su mayoría, se han visto obligados a tomar el único número posible. Una circunstancia curiosa que, por cierto, casi siempre ha dejado a delanteros con números más propios de defensas.
Sin llegar a la extravagancia de Jan Jongbloed, aquel portero de Países Bajos en los Mundiales del 74 y el 78 al que, por apellido, le correspondió en el reparto de dorsales en número 8. En cualquier caso, nadie se olvida en la afición blanquilla de casos llamativos, como el de Radimov, que tomó el 2 de su amigo Belsué o Jamelli, delantero brasileño que portó el número 3.
En esta ocasión será Bebé el que herede el 4 que ha dejado libre Petrovic y que se le recuerda a otro tipo de futbolistas como Cáceres, Ayala o Álvaro Cabrera. No hace tanto tomó el 5 Samaras, que también había portado Óscar González. Con el 6 llegó al Real Zaragoza otro delantero, Rodri Ríos, un número de centrales clásicos como Aguado o Gabi Milito. Quizá en sentido opuesto lo más llamativo fuera el 11 que llevó Juanfran, un lateral que asumió el dorsal que habían llevado futbolistas como Poyet o Yordi y que heredó Oliveira.