Domingo de Resurrección en La Romareda

Domingo de fútbol en La Romareda. El Real Zaragoza encaraba la visita del CD Tenerife con los 3 puntos entre ceja y ceja. La mala dinámica de resultados de los últimos meses obligaba al conjunto que dirige Víctor Fernández a conseguir la victoria. Vencer no solo para convencer, sino para coger aire. El equipo respondió y venció al CD Tenerife por 3 a 1 en un encuentro marcado por los errores defensivos de ambos equipos.

El Real Zaragoza comenzó el encuentro mucho más animado que su rival. Corría el minuto 2 cuando Iván Azón tuvo la primera para los aragoneses, pero Juan Soriano desbarató el mano a mano. A partir de ahí, un vendaval de ocasiones zaragocistas que desembocaron en un gran tanto de Alejandro Francés. Tras el gol del defensor, el conjunto que dirige Víctor Fernández continuó teniendo presencia en metros finales. Maikel Mesa remató un rechace generado por Azón, pero el canario estaba adelantado.

El CD Tenerife quiso imponer su juego y amenazar al Real Zaragoza por medio de contraataques y aprovechando los fallos de la zaga local en salida de balón. Edgar Badia solventó dos acciones de peligro -una de Ángel y otra de Roberto López- . Asier Garitano, visiblemente descontento con el juego de su equipo, agitó el banquillo e hizo dos cambios antes de llegar a la media hora de juego. Las variaciones del técnico rival surtieron efecto, pues el dominio del conjunto canario se tradujo en un gol del exzaragocista Ángel, que igualó el encuentro tras recortar a Francés. Cuando parecía que el CD Tenerife se había adueñado del partido por completo, Iván Azón culminó un contraataque liderado por Toni Moya para marcharse a vestuarios con ventaja.

El inicio del segundo tiempo siguió la misma pauta que el primero. El Real Zaragoza, mucho más propositivo, amenazó la portería de Juan Soriano hasta que Maikel Mesa enganchó un gran centro de Germán Valera para poner el 3 a 1 en el luminoso. Con el paso de los minutos, el conjunto aragonés se fue acomodando y el Tenerife aprovechó para instalarse en campo rival.

La contienda transcurrió sin aspectos reseñables durante buena parte de la segunda mitad. El Real Zaragoza aguardaba pacientemente en su campo -aunque de vez en cuando insistía con una tímida presión-, mientras que el Tenerife trataba de acercarse a la portería defendida por Edgar Badia.

A falta de poco más de 10 minutos para el fin del encuentro, Jair Amador regaló el esférico a Enric Gallego, que encaró al arquero y no dudó en disparar. Sin embargo, el '18' del conjunto isleño mandó el balón muy cerca del poste y su disparo se marchó fuera por muy poco. Sin demasiadas ocasiones de peligro para los dos equipos, el árbitro señaló el final del encuentro. De esta manera, el Real Zaragoza vuelve a la senda de la victoria dos meses después, y escapa -al menos por esta semana- de los puestos peligrosos de la clasificación.