El reparto de puntos baja la temperatura en La Romareda
La competición no cesa y en la tarde de hoy el Real Zaragoza tenía ante su público la oportunidad de transformar hoy sí las buenas sensaciones en tres puntos que le ayuden a alejarse de la zona de descenso. Tras las victorias de los rivales de abajo en las últimas jornadas, la necesidad de seguir sumando es todavía mayor. Aunque el juego no fue tan vistoso como el sábado pasado, el resultado fue mejor y consiguió sacar un punto.
El partido comenzó tranquilo, sin grandes ocasiones para ninguno de los dos conjuntos. El Real Zaragoza, fiel a la propuesta que quiere reflejar Víctor Fernández, intentó dominar y generar peligro a través del manejo del esférico, pero enfrente tuvo a un equipo que también enarbola su propuesta a través de la pelota y que en la primera mitad consiguió robársela a los locales en gran fase del tiempo.
Las primeras ocasiones para el cuadro aragonés llegaron en las botas de los jugadores de banda derecha: Santiago Mouriño y Germán Valera. El charrúa tuvo un disparo en la frontal que se le marchó desviado y el joven banda tuvo su ocasión en una jugada de uno contra uno y que terminó estrellando el balón en un defensor del equipo ilicitano. Por su parte, fue el Elche quien gozó de la mejor ocasión del primer acto. Fue tras una pared muy rápida en banda y que Nicolás Castro mandó junto a la cepa del poste izquierdo de la portería de Edgar Badia.
Si bien la primera mitad hubo pocas ocasiones, el inicio de los segundos 45 minutos demostró que en el segundo tiempo la cosa no sería así. El primer susto llegó en una acción a balón parado que paró bien el meta local a pesar de ser fuera de juego y acto seguido realizó una buena estirada a Pedro Bigas tras un resbalón de Maikel Mesa en salida. Tras dos serios avisos en menos de 5 minutos, llegó el gol visitante en una falta que botó rápidamente Mario Gaspar y consiguió sorprender al Real Zaragoza.
Tocaba reaccionar y así lo entendió su entrenador, quien introdujo un doble cambio para espolear a los suyos. Aunque las sensaciones no estaban siendo las mejores, recién cumplida la hora de juego, Iván Azón peleó e hizo bueno un balón en profundidad de Marc Aguado y consiguió igualar la contienda. El canterano, en sintonía con sus actuaciones de las últimas jornadas, supo transmitir la intensidad que Víctor imponía desde el banquillo y empujó a su equipo a creer en el triunfo.
El Real Zaragoza siguió buscando con ahínco el segundo gol y Víctor siguió agitando la coctelera e introdujo a Adrián Liso, jugador que siempre se atreve y busca portería. En su primera acción consiguió sacar un disparo que terminó en el lateral de la red. El partido poco a poco fue bajando revoluciones y tuvo un valle más tranquilo en cuanto a ocasiones. A pesar de ello, los locales no quisieron cesar en su empeño y lo intentaron hasta el final. De este modo (1-1) concluyó un encuentro igualado y que permite al Real Zaragoza sumar un punto que le ayude para sellar cuanto antes la permanencia.