La confesión de Kervin Arriaga en el vestuario del Real Zaragoza: "Me trajeron para pegar patadas"
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"Qué dice mi perrito, me estoy recuperando"
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El pivote hondureño protagonizó un divertido momento en el vestuario blanquillo
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Miguel Ángel Ramírez y la unión con sus jugadores: sonrisas y abrazos tras su primera victoria
Kervin Arriaga completó un gran encuentro en La Rosaleda. El hondureño, flamante fichaje del Real Zaragoza, realizó una gran labor en la destrucción del juego del Málaga CF y su labor se antojó vital para remontar el tanto local. Un par de semanas le han bastado para ganarse la titularidad en el equipo de Miguel Ángel Ramírez... y para ilusionar a la afición.
La hinchada blanquilla eligió al pivote como el mejor futbolista del encuentro del pasado domingo. Arriaga disputó el partido completo y dio razones para brindarle continuidad en el equipo.
Y por si su recital sobre el terreno de juego boquerón no fue suficiente, Kervin Arriaga protagonizó un divertido momento en el vestuario del Real Zaragoza tras sumar una importantísima victoria.
La confesión de Kervin Arriaga en el vestuario del Real Zaragoza
Nada más ingresar en el vestuario visitante de La Rosaleda, el centrocampista defensivo agarró su teléfono móvil y realizó una videollamada con unos amigos. Arriaga recibió elogios de su entorno y él demostró tener un gran sentido del humor.
El usuario de Instagram @hijosdemorazan compartió la conversación del centrocampista del Real Zaragoza y sus amigos desde el vestuario. Kervin reconoció que acabó muy cansado tras su exhibición en la Costa del Sol: "Qué dice mi perrito, me estoy recuperando".
El momento estrella de la conversación llegó al final. Sus amigos le hicieron saber que los comentaristas del encuentro ensalzaron su gran desempeño sobre el terreno de juego. Entre risas, Kervin Arriaga dijo lo siguiente: "Perro para eso me trajeron, para pegar patadas".
El papel del hondureño en el esquema de Miguel Ángel Ramírez se antoja clave. Arriaga, que actuó de ancla en La Rosaleda, permitió a su equipo recuperar balones en campo rival y dar salida a los hombres más creativos. Sin duda, el pivote se está ganando a su nueva afición, dentro y fuera del campo.
