Miguel Ángel Ramírez y la unión con sus jugadores: sonrisas y abrazos tras su primera victoria
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El técnico blanquillo consigue su primera victoria desde que llegó al banquillo
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La alegría de ganar en La Rosaleda se trasladó a vestuarios
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Miguel Ángel Ramírez por fin ha encontrado su primera victoria con el Real Zaragoza desde que llegara el pasado 27 de diciembre al conjunto blanquillo. El técnico, que ha sufrido ya las críticas de una afición muy cansada, ha conseguido sumar tres puntos gracias a la victoria de este domingo contra el Málaga.
A pesar de que comenzó por debajo en el marcador por el tanto de Dioni, el cuadro maño consiguió reaccionar y remontar un marcador que acabó 1-2 gracias al acierto de Tasende y Pau Sans. Un triunfo vital para un Real Zaragoza que llevaba en apuros y tras el cual consigue tomar algo de oxígeno para el tramo tan importante que queda de temporada.
No fue fácil, pero el trabajo del equipo obtuvo su recompensa en La Rosaleda y la alegría se trasladó a vestuarios, donde se pudo ver a Miguel Ángel Ramírez felizmente abrazando y saludando a sus jugadores.
Menudo equipo 🫶🏻 pic.twitter.com/UL1oK8uOdr
— Real Zaragoza (@RealZaragoza) January 26, 2025
El Zaragoza de Miguel Ángel Ramírez asalta La Rosaleda
El Zaragoza, que llegaba en crisis, sorprendió al Málaga en el estadio de La Rosaleda y consiguió un triunfo trabajado con dos goles en la segunda parte, del defensa Daniel Tasende y del delantero Pau Sans, con los que remontó el tanto del punta malaguista Dioni Villalba en el inicio de ese periodo.
El conjunto malagueño se asentó a medida que pasaron los minutos e intentó coger el ritmo que requería un enfrentamiento de esta categoría, por lo que buscó el nivel de juego para doblegar a un Zaragoza firme, seguro y sin fisuras.
El Málaga salió diferente en la segunda parte, más incisivo, buscando el gol, que llegó en una asistencia de Julen Lobete, por la izquierda a Dioni, que solo tuvo que empujar el balón y desnivelar el marcador en el minuto 49.
El Zaragoza no se desfiguró por el golpe, porque en la siguiente jugada, una falta innecesaria del malaguista Dani Sánchez la botó el defensa Daniel Tasende y el balón tocó en el larguero con la colaboración del guardameta Alfonso Herrero y entró para situar de nuevo el empate.
En apenas cinco minutos todo había cambiado, con el Málaga volcado buscando desnivelar de nuevo el marcador, pero con el Zaragoza sabiendo perfectamente cómo ejecutar su juego tanto en defensa como en ataque.
Eso derivó en una contra por la izquierda con el pase de Tasende a Pau Sans que sirvió para dar el vuelco al encuentro en el minuto 73, sin que en el resto del partido el Málaga corrigiera la situación ante un Zaragoza solvente que cerró un triunfo muy necesario.