La locura del descenso en Brescia: coches en llamas, ultras contra jugadores, invasión y guerra en la ciudad
Brescia esta en guerra por el fútbol. O por lo menos así se ha vivido esta noche de jueves. El histórico equipo en el que han jugado Guardiola, Pirlo o Baggio ha descendido a la Serie C (la tercera categoría del fútbol italiano) y el caos se ha apoderado de todo. Y ahí han aparecido los ultras, una vez más protagonistas tras el descenso.
No sólo por el descenso se desató la locura, sino por la manera de que ocurriera. Minuto 95 del partido y Anrea Meroni colocaba el empate en el marcador enviando al Brescia al descenso y salvando de la Serie C al Cosenza. Mientras los hinchas calabreses celebraban en la Curva Sur, los Nord del Brescia comenzaban a invadir el campo.
El gol en el minuto 95 que manda al Brescia a la Serie C. Después de 38 años entre la Serie A y la Serie B, llega este descenso. El Cosenza, salvado.
Los ultras del Brescia han parado el partido y quemado coches fuera del campo. pic.twitter.com/HqsqG7bcCo
— Toni Padilla (@Toni_Padilla) June 1, 2023
Caos en Brescia tras el histórico descenso
Los ultras lanzaron bengalas, petardos y saltaron al campo con la intención de agredir a unos futbolistas que corrían como locos a encerrarse. La Policía saltó al campo y logró parar a los ultras enfrentándose a ellos. Casi media hora después, el colegiado decidía dar por terminado el partido y certificar así el descenso del Brescia.
Los petardos y las bombas de humo empezaron a ser lanzadas desde fuera del estadio con intención de agredir a los ultras del Cosenza. Un guardia herido, dos jugadores peleándose y una guerra fuera del estadio.
🇮🇹 Cosenza le empató al minuto 95 a Brescia en la Promoción y lo mandó a la Serie C (global 2-1). Tras el gol, los hinchas locales empezaron a tirar bengalas y luego invadieron la cancha, lo que generó la suspensión del partido.pic.twitter.com/4DEAhDRtii
— Diario Olé (@DiarioOle) June 1, 2023
Allí, la policía no dejó de enfrentarse a unos ultras que hicieron de todo. Quemaron el coche del jugador Matthieu Huard, defensa del Brescia, los cánticos contra el dueño Massimo Cellino no cesaron y las peleas ocurrían en cada esquina de Brescia.
Empleados del club, jugadores, prensa y familias tuvieron que quedarse por seguridad encerrados dentro del histórico Mario Rigamonti. Una noche para olvidar en Brescia y una nueva mancha en el fútbol europeo en dónde los ultras siguen marchando a sus anchas.