Condenados a luchar codo con codo hasta el final
Aunque a veces el periodismo sea dado a utilizar la famosa ‘final anticipada’ con demasiada asiduidad, esta vez estamos ante una caso legítimo del uso de esta deportiva expresión. Se enfrentan los dos fiascos de la temporada. Dos equipos pensados para pelear la tercera plaza y que de momento sólo pelean la séptima… y gracias al bajo nivel medio del campeonato. Son dos instituciones muy distintas, pero que llevan vidas paralelas en los últimos años y que no han sabido rearmarse convenientemente, a diferencia de Valencia y Villarreal, tras conquistar Liga Europa y la Copa del Rey. Están condenados a pelear por lo mismo, y eso es meterse en competición europea, por lo que se las van a tener tiesas desde hoy hasta que todo acabe en el mes de mayo.
El Atlético de Madrid es favorito en este partido. Más allá de la propia titularidad del estadio, los de Quique Sánchez Flores (morbo total verles a él y a Manzano coincidir otra vez) van a llegar más descansados. El Sevilla tendrá que luchar contra el ambientazo del Calderón y contra sus propias debilidades tras el esfuerzo realizado ante Hulk y compañía.
En el aspecto futbolístico hablar de Agüero, Forlán o Reyes sería repetir lo muchas veces escrito. Basta decir que el argentino está en muy buena forma y que el uruguayo ha superado unas molestias y podrá jugar. En el Sevilla, la baja de Kanouté puede derivar en un cambio de esquema, mientras que en defensa no parece fácil que Alexis siga jugando.
Estén atentos al árbitro, Mateu Lahoz. Es el máximo exponente de arbitraje inglés en España e, independientemente de los errores puntuales que pueda cometer, sus intenciones dan gusto. No permite un piscinazo, intenta no detener nunca el juego, aboga por un fútbol viril pero noble e intenta que no le engañen los futbolistas. Con él, es más fácil ver un partido abierto y de ida y vuelta que con otros árbitros.