Un empate que puede valer oro a final de campaña (2-2)

El Sevilla ha mejorado en invierno. Está claro. Ha fichado a Medel, Rakitic y ‘Fazio’, tres futbolistas que suben el nivel del equipo. El centro del campo ya no es de cachondeo y la defensa muestra más solidez. Con estos tres futbolistas, el Sevilla, independientemente de que algunos de ellos no tenga su día (como Rakitic hoy, a pesar del gol), compite con la cabeza mucho más alta. El empate del Calderón (3-1 en el Pizjuán) puede no saberle bien a alguno, pero sirve para ganarle el cara a cara al Atlético de Madrid con el mérito añadido de haber llegado con las piernas mucho más cansadas tras el esfuerzo de Oporto. 
Empezaron fríos. Los dos equipos. El partido era soso. No parecían dos aspirantes a Europa jugándose media vida. Ninguno quería el balón y ambos esperaban lo mismo: Una contra salvadora que matase al rival. El planteamiento era idéntico y la apuesta, obvia. Con el Kun y Forlán o Luis Fabiano y Negredo, cualquiera está tranquilo. La primera media hora fue del Atlético. Dominaban sin ocasiones claras casi por obligación. Con 50.000 empujando había, por lo menos, que aparentar. Rakitic no comparecía y a Navas y Perotti les costaba recibir. Fazio y Medel era gigantes y Varas parecía estar cumpliendo el partido 500 en primera división. En una de estas, Dabo ponía un balón al segundo palo para que Perotti, con un pase de pecho, y Negredo, rematando la faena con una volea, firmasen una obra de arte para poner el 0-1 en el Calderón. Quedaban cinco minutos pero aún tenía que aparecer Varas. El Atlético realizaba un jugadón por la derecha y el meta sacaba una pierna salvadora tras el disparo a quemarropa de Agüero, mandando el choque al descanso con ventaja sevillista.  
Desgraciadamente, el empate no tardó en llegar. Apenas habían vuelto todos del descanso. Koke batía de cabeza a Javi Varas aprovechando un buen servicio a la espalda de la defensa. Empezaba el intercambio de golpes y el Sevilla salía, en primera instancia, ganador. Perotti para Navas, pase atrás y Rakitic, como ante el Hércules pero al otro palo, interior y para dentro. Golazo y 1-2 con 25 minutos por delante. Parecía muerto el Atlético, pero se inventaría una jugada a la espada sevillista con fallo de Sergio Sánchez y Fernando Navarro, que habilitaban a Reyes rompiendo el fuera de juego y este no fallaba. Lo mejor que pasó hasta el final lo hizo Negredo, que se topó con el larguero en un disparo con parábola desde su casa. El empate es justo e incluso bueno a pesar de haber ido siempre por delante. Vale un punto más el average con el rival más directo que tiene el Sevilla hasta final de temporada.