Cuenta atrás del Sevilla: 13 partidos, 39 puntos
El Sevilla ya sabe lo que le queda por delante. Son 13 partidos, 13 encuentros para acabar la Liga de la mejor forma posible, es decir, en Europa, y para recuperar una imagen unas sensaciones que han pasado desapercibidas durante toda la temporada. A los nervionenses no les queda otra que centrarse en la Liga y en confirmar su séptima plaza y empezar a poner piedras para mirar a la sexta y a la quinta. La cuarta es demasiado lejana, por ahora, cuatro partidos son muchos para un Sevilla que a duras penas ha logrado enlazar tres sin perder.
Lo cierto es que, con falta de objetivos de altas miras por delante, salvo certificar su presencia en la próxima Liga Europa, el aficionado debe agarrarse a esta leve mejoría de los últimos partidos para creer en su equipo. Y esa mejoría tiene ciertas bases. Como la presencia de la dupla Rakitic-Medel en el centro del campo. La corrección puede que haya llegado tarde, pero ha llegado y el equipo ha mejorado. Con eso, en cuanto las bandas han elevado su nivel y los delanteros han continuado a lo suyo, marcar goles, el equipo ha levantado algo la cabeza. Lástima que la defensa no haya por donde cogerla, pese a quedar demostrado que el dúo Fazio-Escudé es el más fiel por el momento. El lateral derecho ahora es el quebradero de cabeza, pero Manzano confiará a buen seguro en Dabo ante el Sporting.
Todas esas bases, unidas al regreso de Kanouté, deben de tener continuidad esta noche. La duda más evidente es la de la portería. Javi Varas, pese a su ingenuidad en el Calderón, ha dado buenas prestaciones, pero Palop se ha recuperado. Manzano dejó entrever ayer que si Palop no está al cien por cien jugará Varas. Quizás sea una excusa perfecta. O quizás sea el partido perfecto para que Palop recupere la confianza, que crédito tiene para agotar.
El partido, por lo demás, debe servir para afianzar al Sevilla, meter un poquito de presión a los que le preceden en la tabla y para sortear a un Sporting que viene más aguerrido que de costumbre pero que no puede, no debe, seguir saqueando el Pizjuán.